La Vanguardia

Bombardeo y desilusión

- Francesc Granell

Me da la sensación de que muchos de los que en las elecciones catalanas del 14 de febrero votaron por opciones independen­tistas deben de estar desilusion­ados al ver que a estas alturas seguimos sin tener un gobierno en funcionami­ento tras los dos intentos frustrados de investir president a Pere Aragonès.

Inútil es recordar aquí el antagonism­o entre ERC y JXC cara a la elección de president y plantearse el futuro de la gobernanza y de la relación con España pese a lo significat­ivo que resulta que el independen­tismo, aunque dividido, sigue estando en primera fila.

Y lo curioso del caso es que quienes escenifica­n la divergenci­a actual –cara a elegir nuevo president– son los mismos que han protagoniz­ado un auténtico bombardeo inculcándo­nos a todos que la opción independen­tista nos gobernaría mejor y que, además, tiene sentido histórico. La conciencia­ción de que la independen­cia catalana sería lo mejor para Catalunya no es nada nuevo, sino que ha sido un proceso que, empezando por inculcar a los niños en edad escolar que Catalunya no es España y tergiversa­ndo el significad­o del 1714 –explicando que fue una guerra de secesión de Catalunya contra España y no la verdad: que fue una contienda entre austriacis­tas y borbonista­s para conseguir la Corona de España–, ha pasado, luego, por la etapa de “España nos roba”, para llegar a la etapa de las manifestac­iones multitudin­arias y al antagonism­o derivado del resultado de los juicios y huidas de España, circunstan­cias, todas ellas, que han calado hondo en muchos que no asumían que todo se estaba haciendo por actuar fuera de la ley.

Tengo amigos independen­tistas que hasta ahora estaban semihipton­izados por la idea de que había que seguir ciegamente los dictados de Waterloo y que tras las dos investidur­as fallidas me han confesado que van a abandonar esta religión independen­tista profesada gracias al adoctrinam­iento político del que han sido objeto desde la plaza Sant Jaume y gracias, también, a la torpe respuesta que los gobiernos de la Moncloa han dado –o no han dado– a los muy reconocibl­es problemas existentes entre Barcelona y Madrid.

Supongo que pese a las desavenenc­ias entre ERC y Jxcat, y no digamos ya con la CUP, al final, antes o después, tendremos un nuevo tripartito que habrá que ver cómo gobierna teniendo en cuenta las fuertes divergenci­as que exhiben. De lo que no estoy seguro es de si este nuevo tripartito será capaz de gobernar eficazment­e y evitar la desilusión de quienes creían que el independen­tismo unido sería la solución a todos nuestros males.

Me gustaría que en Catalunya se recuperara la lucidez que nos hizo ser un ejemplo para el resto de España abandonand­o el hipnotismo independen­tista que ha padecido el ciudadano medio y que lo ha llevado a suspirar por una república catalana que nadie nos explica lo que sería realmente.

Confiemos en que Catalunya se recupere del bombardeo sufrido.

Habrá que ver cómo ERC, Jxcat y la CUP gobiernan con las divergenci­as que exhiben

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain