La Feria Estampa trata de sacar del coma al mercado del arte
La Feria Estampa de Madrid, nacida en 1992 para dar alas al coleccionismo y acercar al gran público el arte actual –sobre todo a través de obra gráfica y fotografía en principio pero ahora ya sin límites de técnica o formato– abrió ayer su edición de este año con más expectativas que nunca. Se trata nada menos que de “arrancar” el mercado del arte contemporáneo en España tras su paralización por la pandemia, dijo el director de la convención, Chema de Francisco. El encuentro reunirá hasta el domingo a 70 galeristas y unos mil artistas en el pabellón 6 del recinto Ifema, con 10.800 metros cuadrados.
El dato de la superficie es interesante en la medida en que tanto espacio permitiría acoger a 3.548 personas: una cifra que, aunque marcada como límite por las medidas Covid, no se ha alcanzado en ninguna edición.
Estampa 2021 es la primera feria de arte que se celebra en España desde la declaración del estado de alarma hace 13 meses. La última reunión de cierta entidad fue ARCO 2020, que se celebró con éxito entre el 26 de febrero y el 1 de marzo y se salvó por unos días del confinamiento general. Este año, ARCO se ha movido al mes de julio... Cruzando los dedos.
Estampa llega por su parte con seis meses de retraso pero “con toda la ilusión” del mundo, subrayó De Francisco. “Los galeristas están muy contentos de volver a arrancar el mercado del arte, que en España es vital para que los artistas sigan creando”, dijo el director a los periodistas.
La inauguración contó con el apoyo presencial del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes. Un gesto que los participantes agradecieron, aunque con matices. Antes del acto inaugural, el Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo
había lamentado que, si bien la visita del ministro era “de agradecer”, persiste el grave problema de un “insuficiente apoyo directo” al sector. Pues las galerías han quedado “excluidas” –dijeron– de las medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia por la pandemia. Uribes aseguró ayer sin embargo que a los responsables de estos establecimiento “ya se les ha dado ayuda y se les va a dar más ”.
Entre los galeristas presentes en la feria están la barcelonesa
Mayoral o las madrileñas Juana de Aizpuru y Max Estrella, que entre sus obras y artistas presenta piezas vinculadas al Concierto para el Bioceno que Eugenio Ampudia llevó al Liceu en junio pasado, con 2.292 plantas como espectadores colocadas en las butacas del coliseo. Fue un original homenaje a otros tantos sanitarios a los que después se entregaron las plantas. Y una grandiosa metáfora de las dificultades del arte en tiempos de pandemia.
Los 70 galeristas reunidos confían en una reactivación del sector, pero piden más apoyo oficial