Rahm comienza sin heridas un Masters que asusta
Dustin Johnson ganó el Masters de Augusta hace menos de cinco meses batiendo el resultado más bajo de la historia (-20) y cometiendo solo 4 bogeys (dos en la segunda ronda y dos en la cuarta) en todo el torneo. Ayer, el número uno del mundo se estrenó en el torneo firmando 74 golpes en la primera jornada, incluidos ya tres bogeys y un doble bogey en el 18. Mucho han cambiado las cosas en el Augusta National desde noviembre y los golfistas ya lo han podido comprobar.
Uno de los que salió con menos heridas de una primera jornada terrorífica, especialmente en los greens, fue Jon Rahm. El vasco jugó con inteligencia, sin pecar de ambición y tirando de cautela, como invitaba la preparación del campo. Top ten en sus tres últimas apariciones en Augusta, el vasco se fue enfadado de vuelta a casa tras cometer un bogey en el 18 para firmar una tarjeta de par pero viendo todas las tragedias que estaban sucediendo a su alrededor queda claro que ese resultado, que le deja muy cerca de la cabeza para empezar el torneo, es más que notable.
Rahm volvió a tropezar con el hoyo 8, un par 5 en subida en el que el año pasado cavó su tumba. Hizo tres putts para un bogey que le robó los números rojos tras el birdie del 2. En los segundos nueve, hizo un gran birdie en el 15, uno de los pares 5 míticos del campo, y acabó con el citado bogey en el 18. Un par total que le permite merodear el top ten en una jornada con resultados muy altos debido a la rapidez y dureza de los greens.
Mucho peor día tuvo Sergio García, campeón en el 2017, que firmó 76 golpes (+4) tras unos primeros nueve hoyos muy erráticos. El castellonense pudo tomar las riendas de su vuelta a tiempo para parar el golpe, lo que le permite afrontar el día de hoy aún con todas las opciones de estar el fin de semana.
El único jugador que pareció ajeno al tormento fue el inglés Justin Rose, que firmó un extraterrestre -7 con unos últimos once hoyos de ensueño. Pero queda demasiado torneo como para que nadie cante victoria.