Yellen urge a los países ricos a pagar más al FMI para ayudar a los pobres
El Fondo pide coordinación entre EE.UU. y China para salir de la crisis
Todos los países viajan como pasajeros dentro del mismo avión. Las turbulencias se sufren de forma colectiva, al albur de la capacidad de Estados Unidos y China de manejar la nave en su condición de copilotos.
Por el buen destino de esos viajeros, mejor que las dos potencias, “las dos primeras en alcanzar los niveles precovid”, sincronicen el pilotaje, sostuvo este jueves Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la rueda de prensa de clausura de la asamblea de primavera.
“Podremos volar más deprisa y desplazarnos más lejos”, recalcó sobre esa coordinación.
Georgieva dijo sentirse muy animada porque tanto China como Estados Unidos han reconocido su papel preponderante para que otras economías se rehagan con “el impacto positivo del excedente” y lograr así que nadie se quede atrás.
La responsable del FMI hizo esta consideración después de que Janet Yellen, secretaria del Tesoro en la Administración Biden, advirtiera contra “la divergencia permanente” en la economía global a la estela de la desigual salida a la crisis de la pandemia. Yellen urgió a los mercados desarrollados a inyectar significativos apoyos fiscales para garantizar una recuperación segura y robusta.
En un comunicado remitido a la dirección del FMI y del Banco Mundial, la ministra de Economía estadounidense remarcó la necesidad de que las naciones ricas continúen con sus esfuerzos hacia los países en desarrollo mientras afrontan el impacto del virus, de la emergencia climática y de la pesada carga de una enorme deuda.
Señaló además que Washington, que de momento solo ha establecido acuerdos con Canadá y México para enviarles vacunas, está explorando la manera de compartir su stock de sueros, sin ofrecer más detalles. EE.UU. comprometió 4.000 millones de dólares en el programa Covax, la iniciativa mundial de distribución de vacunas.
Yellen, que como miembro de la Reserva Federal (banco central de EE.UU.) fue una de las pocas que vieron venir la Gran Recesión del 2008, requirió al Banco Mundial que ayude a los países pobres con acceso a las vacunas y acelerando las negociaciones para rellenar las arcas con fondos para el desarrollo, cosa prevista para diciembre. Sus sugerencias reflejaron cómo el foco del presidente Joe Biden se centra primordialmente en el multilateralismo para afrontar los problemas mundiales, a la inversa de la táctica de aislamiento que siguió Donald Trump.
“La economía global se ha recuperado mejor de lo esperado gracias a una respuesta política sin precedentes y al rápido progreso en el desarrollo de las vacunas”, señaló el comunicado de conclusiones de la reunión del Fondo. A continuación, sin embargo, avisó de que la relajación a bote pronto de los estímulos –unos 16 billones de dólares a escala global– supondría un grave retroceso para los países en desarrollo. La perspectiva de la recuperación sigue siendo muy incierta y desigual, por las diferentes estructuras económicas, su rigidez, las debilidades existentes y el dispar acceso a las vacunas.
“Incrementar las vulnerabilidades financieras significaría un riesgo. La crisis podría exacerbar la pobreza, en tanto que el cambio climático y otros desafíos presionan cada vez más”, se constató en el texto.
El G-20 respaldó este miércoles los 650.000 millones para la extensión de las reservas de emergencia del FMI para ofrecer ayuda a los países vulnerables. Georgieva afirmó que el Fondo espera tener listo su propuesta de asignación en junio, lo que haría disponible el dinero, a bajos tipos o inclusos sin intereses, a mediados de agosto.
En la comparecencia de prensa, Georgieva vio un buen presagio en las palabras de Yellen y la disposición estadounidense a colaborar en las llamadas cuotas o recursos del FMI. Reconoció que existen obstáculos en las negociaciones de esas cuotas, pero observó una perspectiva de complicidad en el proceso.
“De esta asamblea extraigo dos mensajes”, apostilló. “Uno, el fuerte aval al FMI en el centro de la red de seguridad financiera mundial y, dos –aclaró–, la clara voluntad de todos los miembros de vernos dotados adecuadamente de recursos”.
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