El Barça paga caros sus errores y cae (2-1) ante el Real Madrid
El equipo de Koeman muerde el polvo ante un Madrid más contundente
Era un día para la grandeza y no apareció. El Barça mordió el polvo tras completar un partido mediocre en Valdebebas ante un rival eficaz y duro pero que tampoco fue nada del otro mundo. Aun así los blaugrana llegaron vivos al final y bordearon el empate con un remate al travesaño de Ilaix Moriba en el último instante. El Barcelona capituló y sale del clásico tercero, a rebufo del Madrid y el Atlético. Quedan ocho jornadas, pero la derrota, tras 19 encuentros sin perder en la Liga, es de las que duelen y mucho. Le sigue faltando a este equipo barcelonista en construcción dar la talla de verdad en un partido de tronío. Benzema y Kroos avanzaron al Madrid, y Mingueza recortó distancias. El Barcelona hubiera necesitado más de sus primeros espadas, de los Messi, Dembélé o Griezmann, pero ninguno de los tres demostró su mejor versión.
No se le puede negar al Barcelona la voluntad y la lucha, pero se desordenó en exceso y nunca jugó el partido que le interesaba. Le faltaron aplomo y un punto de mala leche para competir con más veneno. Hubo polémica final, pero el Barça no puede escudarse solo en eso.
Koeman apostó por ajustar el centro del campo subiendo la posición de De Jong y sacrificando a Griezmann. El técnico también se inclinó por la juventud, con Mingueza y Araújo en la zaga en su debut en un clásico. Seguro que al entrenador le habría gustado contar con Piqué, pero el central no tenía las mejores sensaciones en su rodilla derecha. Zidane solo introdujo un cambio en el once, pero significativo. El francés colocó a Valverde por Asensio, con la misión de taponar las subidas de Alba.
En la partida de ajedrez la puesta en escena era de tablas. Con el Barça sobando la pelota, pero sin la profundidad necesaria para intimidar a un Madrid que se abrigaba. El conjunto blanco atacaba de forma selectiva y vertical. Cada vez que los de Zidane superaban la primera línea blaugrana tenían campo que correr, un paraíso para Vinícius y Benzema. Todavía se estaba ajustando el partido cuando Messi habilitó a Alba al hueco y el lateral la puso al corazón del área. Solo la mano de Courtois impidió el remate casi a placer de Dembélé. No llegó por un pelo, y lo que vino fue el primer gol del Madrid. Se fabricó en una acción que sirve como ejemplo de la falta de contundencia barcelonista. Valverde rompió líneas, Alba no le hizo una falta que era necesaria y el uruguayo abrió hacia Lucas Vázquez. El gallego conectó al primer palo con Benzema, al que Araújo no estaba encimando. El remate del francés, de tacón, se coló en la portería de Ter Stegen. La ejecución resultó fantástica, pero el Barça pecó de inocente. A pesar de recibir el primer golpe al mentón, el Barcelona reaccionó con viveza. De nuevo Dembélé rozó el remate tras un centro de Messi. El conjunto blaugrana llegaba con facilidad a la frontal, pero le faltaba veneno.
Y, en cambio, mostraba fragilidad defensiva, un defecto por el que sería castigado. Vinícius cayó ante la
LEJOS DE LA MEJOR VERSIÓN El conjunto barcelonista completó un partido insuficiente y sus estrellas no brillaron
GOLEADORES
Benzema, de tacón, y Kroos avanzaron al Madrid muy pronto, y Mingueza redujo distancias
Los blaugrana reclamaron un penalti a Braithwaite que Gil Manzano no fue a revisar
Ilaix Moriba rozó el empate en el último instante con un trallazo al travesaño
acometida de Araújo. El colegiado decretó falta (dudosa) y mostró amarilla al barcelonista. La acción era peligrosa y se convirtió en terrorífica para el Barcelona cuando Kroos lanzó el tiro libre y rebotó en Dest. Alba, sobre la línea, no pudo rechazar el balón. 2-0 para el Madrid antes de la media hora. Dos tiros, dos goles. Claro que el Barça no había chutado. No lo haría hasta que, al borde del descanso, Messi se sacó de la chistera un córner olímpico que se estampó en el palo.
Pero antes de que eso sucediera el Madrid tuvo la sentencia cerca. En otro contragolpe Vinícius asistió a Valverde, que remató al poste. El rechace lo cazó Lucas Vázquez, pero Ter Stegen salvó el tercero.
Al Barcelona le faltaba mordiente y Koeman tenía que buscar soluciones. Recurrió a Griezmann por Dest y cambió el sistema a un 4-3-3, con Dembélé por la banda. El Madrid no tenía a Ramos ni Varane ni Carvajal y perdió a Lucas Vázquez por lesión, pero el Barça no le había hecho casi ni rasguños.
Quedaba una parte para remendar el roto, en medio de una lluvia y un viento torrenciales. El Barça caía en la monotonía y el Madrid aguantaba. Pero hete aquí que llegó un centro de Alba desde la izquierda y un remate con la tibia y en escorzo de Mingueza después de que Griezmann la dejara pasar en su único lance positivo. De la manera más inesperada el Barça recortaba distancias con media hora por jugar. La respuesta de Zidane fue meter a Asensio, y Araújo desvió un centro de Vinícius que fue a parar al palo. Porque el Madrid siguió generando peligro ante un Barça adelantado.
Era el momento de mover el árbol, y Koeman optó por dar cancha a Sergi Roberto e Ilaix Moriba. Zidane sorprendió quitando a Vinícius, Benzema y Kroos por Isco, Mariano y Marcelo. Pero no pasaban excesivas cosas. Un par de faltas a la barrera de Messi, que no estuvo brillante, un cabezazo centrado de Moriba, zarpazos sin tino del Madrid…
Hasta que sobrevino la polémica cuando Braithwaite, recién entrado, cayó en el área perseguido por Mendy. Hubo contacto, sí. La fue a mirar Gil Manzano, no. La acción no fue escandalosa. El partido murió con el Barça volcado y con Casemiro defendiendo con todo y más, hasta el punto de que vio dos amarillas y fue expulsado cuando restaba el añadido, de solo cuatro minutos. Se había perdido más tiempo. Aun así el Barcelona tuvo la última, un durísimo trallazo de Ilaix Moriba que se estampó en el travesaño. Habría sido un empate milagroso.