San Antonio, destrozado por franquista
Cualquier persona de cierta edad recordará cómo en las estaciones ferroviarias un empleado recorría de vez en cuando por la parte exterior los trenes parados e iba golpeando con un martillo una tras otra todas las ruedas. Con el ruido del golpe interpretaba si alguna de las ruedas metálicas estaba dañada y exigía ser cambiada. Era un control para detectar si algo iba mal y había peligro.
Los martillazos de hace unos días en Tortosa a raíz de la eliminación de símbolos franquistas, muestran que algo va mal. La Brigada Municipal destrozó a martillazos un cuadro cerámico de san Antonio de Padua. Supuestamente por franquista.
He ahí los hechos. Con el fin de cumplir con el requerimiento de las autoridades y los recordatorios persistentes del Síndic de Greuges de liquidar símbolos o referencias franquistas, la Brigada Municipal se dirigió a uno de los bloques de viviendas sociales en Jesús (localidad del Baix Ebre que está integrada en el municipio de Tortosa). Había que eliminar todo rótulo indicativo de que eran pisos construidos por la entonces llamada Obra Sindical del Hogar. El grupo de viviendas en cuestión lleva el nombre de San Antonio de Padua, y el 13 de junio de 1956, por iniciativa de un vecino, en una pared lateral se colocó una cerámica con la imagen de san Antonio. Es la que quedó hecha añicos por los martillazos de algún intelectual de la Brigada Municipal.
A título personal reaccioné contra las autoridades locales de Tortosa y Jesús al tener conocimiento, viendo en ello un nuevo ataque contra los símbolos cristianos, ya que en muchas poblaciones se aprovecha la supuesta eliminación de símbolos franquistas para liquidar imágenes cristianas. De fecha reciente basta recordar el derribo y envío a la basura de la cruz en Aguilar de la Frontera (provincia de Córdoba), pero son muchas más. O la grotesca iniciativa del alcalde socialista de Cáceres, que quiere eliminar la cruz que hay en su ciudad y a la vez en otro lugar pretende erigir un Buda de 40 metros de altura.
Es justo afirmar en el caso apuntado que ni la alcaldesa de Tortosa ni el de la EMD de Jesús habían dado orden alguna de realizar tal estropicio y se enteraron después de realizado, y tampoco son personas con aversión al catolicismo. Les quita responsabilidad moral. Pero no desvanece unas preguntas. Aunque sea más que dudoso ética y racionalmente que deban eliminarse referencias tan “ideológicas” como “Grupo San Antonio. Obra Sindical del Hogar. 1956”, ¿puede dejarse en manos de cualquier iletrado que no sabe distinguir entre Franco y san Antonio
La Brigada Municipal de Tortosa destrozó a martillazos un cuadro cerámico de san Antonio de Padua; supuestamente, por franquista
el ir destrozando lo que se le ocurra? Y que hasta crea cumplir con su deber al seguir las órdenes de las autoridades.
Si además de inculto está llevado por el odio, aquel personaje es muy peligroso. Como estudioso de la Guerra Civil me vienen a la mente los milicianos y las masas anarquistas y comunistas abocadas en 1936 a destruir templos sin saber sobre la Iglesia más que algunos tópicos anticlericales.