La Vanguardia

La oposición asedia a Marlaska, que reitera su intención de no dimitir

El PP y Vox lo tachan de “indigno”, mientras que Sánchez le da su apoyo

- JOAQUÍN VERA

La oposición llevaba un par de semanas preparando el terreno de juego para la ofensiva parlamenta­ria que tenía programada ayer contra el ministro del Interior, Fernando Grande-marlaska. Exigían su dimisión o su destitució­n por parte de Pedro Sánchez tras conocerse la sentencia que declaraba “ilegal” el cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Y ese campo de batalla resultó de lo más hostil para el titular de Interior: solo –sin ningún otro miembro del Gobierno en la bancada azul del Congreso de los Diputados– tuvo que escuchar como desde las filas del Partido Popular y Vox lo tachaban de ser un “ministro indigno”, y un “cadáver político”. Aguantó el chaparrón y lo hizo –en gran medida– porque tan solo horas antes el presidente del Gobierno le insufló un balón de oxígeno mostrándol­e su total respaldo. “Es un gran ministro”, repitió en el Hemiciclo.

“¿Por qué no ha dimitido aún el ministro del Interior”, le preguntó tanto la derecha como la ultraderec­ha durante la sesión de control. “No tengo ninguna intención de dimitir y, viendo este debate, no creo que vayan a tener votos suficiente­s para cesarme”, respondió el responsabl­e de la cartera de Interior. A partir de ahí llegó el cruce de reproches, acusacione­s e –incluso– insultos, que se vivió ayer en la Cámara Baja en un debate enfangado por distintas polémicas en la gestión de Marlaska al frente del Ministerio: se mezcló en un mismo debate el acercamien­to de presos de ETA, la patada en la puerta de la Policía para detener fiestas ilegales en pandemia, las “insuficien­tes” equiparaci­ones salariales de cuerpos o el chivatazo del caso Faisán. Y también se debatió sobre la sentencia del cese de Pérez de los Cobos.

La Audiencia Nacional dictó el pasado 31 de marzo que la destitució­n del coronel como jefe de la Guardia Civil en Madrid no fue legal, por lo que anuló el cese y obligó a restituirl­e. El magistrado –del mismo tribunal en el que trabajaba Marlaska antes de ser nombrado ministro– concluyó que el motivo que esgrimió el titular de Interior “no es real” y por tanto la decisión fue “ilegal”.

Sin embargo, la sentencia no es firme. Es en esto en lo que apuesta todo su destino Marlaska. Por lo que pidió respetar las decisiones judiciales, pero –sobre todo– esperar a que se resuelva el recurso que presentará en manos de la Abogacía del Estado. Pero ayer, el ministro dio un paso más al frente mientras la oposición lo acorralaba y calificó el cese de Pérez como “legal, ponderado y justo”.

Recordó, siempre, según su versión, que el cese estuvo motivado por una pérdida de confianza debido a la filtración del informe judicial sobre el 8-M y los contagios del coronaviru­s en Madrid, y en ningún caso por el contenido del documento realizado por la Comandanci­a que dirigía Pérez de los Cobos. Su objetivo, esgrimió ante la oposición, fue evitar “juicios paralelos” en un momento “muy grave” de pandemia”: “Se trataba de instrument­alizar, vía medios de comunicaci­ón, la investigac­ión judicial”. “¿Para qué quería yo un informe que tenían los medios y las partes personadas?”, se cuestionó.

Unas explicacio­nes que no convencier­on en nada –a tenor de sus respuestas– a los partidos que formularon las preguntas y registraro­n las interpelac­iones que no llegaron a buen puerto. “No tiene autoridad moral para seguir. No está quemado, está abrasado; es un cadáver político, representa la degradació­n del sanchismo”, le recriminó la diputada popular Ana Belén Vázquez. Mientras, el diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro subió –más aún– el tono y lo acusó de ser “falaz, cobarde, sectario e indigno”.

La diputada de extrema derecha Macarena Olona advirtió al ministro de que su afán es sentarlo en el banquillo de los acusados. Para ello, han interpuest­a una querella ante el Tribunal Supremo en la que acusa a Marlaska, su número dos y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, de obstrucció­n a la Justicia, represalia­s y prevaricac­ión. Algo a lo que el ministro no dio importanci­a y volvió a resumir su papel en Interior de la siguiente forma: “Gestión, gestión y gestión para devolver la decencia al Ministerio del Interior”.

El titular de Interior califica el cese del coronel Pérez de los Cobos como “legal, justo y ponderado”

 ?? EUROPA PRESS ?? Marlaska conversa con Sánchez durante la sesión de control del Gobierno
EUROPA PRESS Marlaska conversa con Sánchez durante la sesión de control del Gobierno

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