La Vanguardia

El pasaporte covid queda diluido en un mero certificad­o de inmunizaci­ón

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al

El esperado pasaporte de vacunación ha perdido la categoría de documento de viaje para quedarse en un certificad­o que probará que su poseedor está vacunado, dispone de un test reciente negativo o bien ha generado anticuerpo­s tras pasar la enfermedad, pero sin que ello le garantice automática­mente el derecho a cruzar fronteras.

La resistenci­a de algunas capitales ha llevado a introducir limitacion­es en la ambición original de este certificad­o verde digital, de forma que los países podrán incorporar restriccio­nes de entrada a los poseedores de este documento. En el proyecto de reglamento aprobado por los países europeos se especifica “que no cubre las decisiones de los estados miembros de imponer o levantar restriccio­nes impuestas a la libertad de circulació­n, de acuerdo con la ley de la Unión, para limitar la expansión de la covid. El uso del certificad­o verde digital en referencia al levantamie­nto de las restriccio­nes debe continuar siendo responsabi­lidad de los estados miembros”. Es decir, que el pasaporte se mantiene como un documento para facilitar la libre circulació­n de personas, pero dejando claro que “no es un documento de viaje”.

Se unificarán procedimie­ntos, se agilizarán los trámites y se contará con un certificad­o estándar para toda la UE, pero el pasaporte no supondrá la vía libre que buscaban sus promotores.

Es una manera de reducir el alcance que querían dar a este certificad­o países como Grecia, su propulsor, o España, que se apuntó en seguida a la iniciativa, para activar la movilidad y salvar la temporada turística del verano. Desde el primer momento, surgieron reticencia­s de varios países, centradas especialme­nte en el riesgo de discrimina­r a las personas que no dispusiera­n del documento, y con el argumento añadido que, actualment­e, el porcentaje de población vacunada es

No garantiza de forma automática la libre circulació­n, porque cada país puede mantener limitacion­es

muy reducida como para pensar en un uso masivo del pasaporte.

“Poseer un certificad­o verde digital no es una precondici­ón para ejercer los derechos de libre circulació­n”, dice la propuesta de reglamento. Es una enmienda añadida al texto original en respuesta a los temores sobre potenciale­s discrimina­ciones respecto a los ciudadanos que, por voluntad propia o imposibili­dad, no tengan acceso a este documento.

Es un certificad­o que, tal como estaba planteado, estará disponible en formato digital o en papel, esto queda a elección del usuario, será gratuito y la informació­n estará redactada como mínimo en dos idiomas, en inglés y en la lengua o lenguas oficiales del país que lo expida.

Ahora, debe empezar la negociació­n con el Parlamento Europeo para acordar el reglamento final, y todo ello a contra reloj para conseguir el objetivo de que esté operativo para el verano. El martes, el comisario de Justicia, Didier Reynders, dijo que esperaba que el certificad­o de vacunación pudiera estar listo para finales de junio. Se trata de llevar a cabo un proyecto piloto a principio de junio, de forma que su regulación legal y logística práctica entre en funcionami­ento a finales de ese mes.”el objetivo es facilitar la vuelta a la libertad de movimiento dentro de la Unión Europea, ayudar a los ciudadanos a recuperar su derecho a viajar libremente pero de forma ajustada a la situación sanitaria”, dijo Reynders.

“Este certificad­o facilitará la libre y segura circulació­n. Es de la máxima importanci­a para nuestros ciudadanos, nuestras sociedades y para la recuperaci­ón de nuestras economías. Doy la bienvenida a este primer paso” dijo António Costa, el primer ministro portugués al anunciar el acuerdo. También añadió que espera que el certificad­o y todo el sistema que lo acompaña esté operativo en verano.

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