El pasaporte covid queda diluido en un mero certificado de inmunización
El esperado pasaporte de vacunación ha perdido la categoría de documento de viaje para quedarse en un certificado que probará que su poseedor está vacunado, dispone de un test reciente negativo o bien ha generado anticuerpos tras pasar la enfermedad, pero sin que ello le garantice automáticamente el derecho a cruzar fronteras.
La resistencia de algunas capitales ha llevado a introducir limitaciones en la ambición original de este certificado verde digital, de forma que los países podrán incorporar restricciones de entrada a los poseedores de este documento. En el proyecto de reglamento aprobado por los países europeos se especifica “que no cubre las decisiones de los estados miembros de imponer o levantar restricciones impuestas a la libertad de circulación, de acuerdo con la ley de la Unión, para limitar la expansión de la covid. El uso del certificado verde digital en referencia al levantamiento de las restricciones debe continuar siendo responsabilidad de los estados miembros”. Es decir, que el pasaporte se mantiene como un documento para facilitar la libre circulación de personas, pero dejando claro que “no es un documento de viaje”.
Se unificarán procedimientos, se agilizarán los trámites y se contará con un certificado estándar para toda la UE, pero el pasaporte no supondrá la vía libre que buscaban sus promotores.
Es una manera de reducir el alcance que querían dar a este certificado países como Grecia, su propulsor, o España, que se apuntó en seguida a la iniciativa, para activar la movilidad y salvar la temporada turística del verano. Desde el primer momento, surgieron reticencias de varios países, centradas especialmente en el riesgo de discriminar a las personas que no dispusieran del documento, y con el argumento añadido que, actualmente, el porcentaje de población vacunada es
No garantiza de forma automática la libre circulación, porque cada país puede mantener limitaciones
muy reducida como para pensar en un uso masivo del pasaporte.
“Poseer un certificado verde digital no es una precondición para ejercer los derechos de libre circulación”, dice la propuesta de reglamento. Es una enmienda añadida al texto original en respuesta a los temores sobre potenciales discriminaciones respecto a los ciudadanos que, por voluntad propia o imposibilidad, no tengan acceso a este documento.
Es un certificado que, tal como estaba planteado, estará disponible en formato digital o en papel, esto queda a elección del usuario, será gratuito y la información estará redactada como mínimo en dos idiomas, en inglés y en la lengua o lenguas oficiales del país que lo expida.
Ahora, debe empezar la negociación con el Parlamento Europeo para acordar el reglamento final, y todo ello a contra reloj para conseguir el objetivo de que esté operativo para el verano. El martes, el comisario de Justicia, Didier Reynders, dijo que esperaba que el certificado de vacunación pudiera estar listo para finales de junio. Se trata de llevar a cabo un proyecto piloto a principio de junio, de forma que su regulación legal y logística práctica entre en funcionamiento a finales de ese mes.”el objetivo es facilitar la vuelta a la libertad de movimiento dentro de la Unión Europea, ayudar a los ciudadanos a recuperar su derecho a viajar libremente pero de forma ajustada a la situación sanitaria”, dijo Reynders.
“Este certificado facilitará la libre y segura circulación. Es de la máxima importancia para nuestros ciudadanos, nuestras sociedades y para la recuperación de nuestras economías. Doy la bienvenida a este primer paso” dijo António Costa, el primer ministro portugués al anunciar el acuerdo. También añadió que espera que el certificado y todo el sistema que lo acompaña esté operativo en verano.