La primera de las nueve
En 1920 el Barça ganó la Copa al Athletic con un error arbitral mayúsculo
Crook, en el condado de Durham, al nordeste de Inglaterra, tuvo su época de prosperidad como zona minera en el siglo XIX, antes de sufrir unas cifras de paro abrumadoras, de más de un tercio de la población, con el cierre de las instalaciones. Sus hijos ilustres son escasos, pero entre los nombres que Crook exhibe con orgullo está el de un futbolista local que forma parte de la historia del Barcelona.
Hijo de minero, Jack Greenwell (Crook 1884-Bogotá 1942) eludió el pico y la pala dando patadas a un balón. Se incorporó al Barça en 1912, sin que se sepa con exactitud qué punto de conexión lo llevó a ganarse la confianza de Gamper, pero su papel en el crecimiento exponencial del Barça de hace cien años fue fundamental. Muy pronto Greenwell pasó a jugador-entrenador y a partir de 1917 se centró exclusivamente en la dirección técnica. Conquistó numerosas veces el Campeonato de Catalunya y también la Copa de España, con una temporada récord, la 1921-22, en la que consiguió el doblete sin perder ni un partido. Luego pasó entre otros por el Espanyol, al que hizo campeón de Copa en 1929, y acabó en el Santa Fe de Bogotá, donde un derrame cerebral le causó la muerte, poco después de dirigir un entrenamiento.
La primera Copa conquistada por el Barça con Greenwell, el 2 de mayo de 1920 en El Molinón, es también la primera de las ocho finales, nueve con la próxima, disputadas entre el Barcelona y el Athletic. Con Greenwell, el Barça consolidó un once titular invariable en los grandes desafíos. Con Zamora en la portería, el dúo defensivo compuesto por Coma y Galicia, el trío de centrocampistas articulado con Sancho, Torralba y Samitier, y el quinteto atacante de rigor en la época, formado por Vinyals, Sesúmaga, Vicenç Martínez, Alcántara y Plaza.
Enfrente estaba un temible Athletic, apoyado por un número sensiblemente superior de aficionados y con un terreno embarrado que no le era ajeno. En sus filas descollaban también nombres históricos del fútbol español: Pichichi, Belauste, Sabino...
El Barcelona se impuso por dos goles a cero, marcados por Vicenç Martínez, al cabecear un centro de Plaza (70), y por Alcántara, a pase del mismo Martínez (75). Sin embargo, la final es recordada también por el tremendo error arbitral cometido por Enrique Bertrán de Lis y Alzugaray, un exportero del Madrid que estaba considerado como uno de los mejores jueces del momento. En la primera parte, aún con empate a cero, castigó al Barça con penalti por manos de Galicia. El lanzamiento acabó en gol, pero el árbitro apreció que algún jugador del Athletic se había introducido en el área antes de hora y en lugar de aplicar correctamente el reglamento y ordenar la repetición del lanzamiento... sancionó falta a favor del Barcelona.
En un primer momento pocos se percataron del tremendo error, en muchas crónicas del día siguiente ni se mencionó. Pero la equivocación fue mayúscula. Bertrán de Lis así lo reconoció: “Nadie protestó, ni siquiera al final del primer tiempo. Amigos, compañeros y directivos me felicitaron por mi ecuanimidad, mi tranquilidad y tal... Pero al final y al día siguiente, y muchos días después, fue un espanto”. Abandonó el arbitraje.
El error ha quedado para la historia. No hace mucho aún un reportaje de El Correo sobre la final se titulaba “Cuando el Barcelona nos birló la primera Copa” y señalaba que Pichichi estrelló un balón en el poste y los dos goles se marcaron en fuera de juego. La crónica de El Pueblo Vasco de 1920 era premonitoria
UN PIONERO
El inglés Jack Greenwell fue el creador de un primer Barça campeón de todo que consolidó al club
de futuros incidentes: “Es verdaderamente triste que al fútbol catalán lo representen futbolistas que no son catalanes, y no vale decir que los campeones de España son catalanes solos, sino que los hay que no lo son”.
Unas seis mil personas acudieron a la estación del Norte para recibir a la expedición barcelonista que regresaba con la Copa. Y con Gamper y Greenwell al frente.