La Vanguardia

Como pez en el agua

Nadal no acusa la inactivida­d y arrasa a Delbonis (6-1, 6-2)

- LUIS BUXERES

Como si nada. Han pasado dos meses desde su último partido (el 17 de febrero ante Tsitsipas en cuartos de Australia) y seis meses desde la última vez que compitió sobre arcilla (la inolvidabl­e final en París ante Djokovic) pero la palabra inactivida­d ha desapareci­do del diccionari­o de Rafa Nadal. El mallorquín empezó ayer su tramo favorito del año, en el que luce corona y amplia sus dominios semana tras semana. La gira de tierra batida en la que va haciendo parada en Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y París. ¡Ah, París! De nuevo el gran (¿único?) objetivo del curso. Levantar la copa de los Mosquetero­s mantiene viva la llama de Nadal, que empezó este largo camino que debe llevarle hasta la Philippe Chatrier en las mejores condicione­s posibles como solo él sabe hacerlo. Con una victoria contundent­e ante Federico Delbonis (6-1, 6-2) y su consiguien­te pasaporte para tercera ronda (octavos de final) del Masters 1000 de Montecarlo.

El torneo del Principado, cancelado el año pasado por la pandemia y que luce hasta 11 veces en su palmarés, sirvió para confirmar que los problemas de espalda que han obligado al de Manacor a guardar reposo desde el Open de Australia son cosa del pasado. Nadal demostró una gran frescura de piernas ante el argentino, al que ya había derrotado en sus cuatro compromiso­s anteriores y ante el que sigue sin perder un solo set, y solventó por la vía rápida su debut monegasco en el 2021.

El mallorquín fue un vendaval en el primer set, en el que Delbonis, incapaz de forzar un solo punto de rotura, evitó el rosco sobre la línea, ganando su servicio con 0-5 en el marcador. El argentino plantó algo más de batalla al inicio de la segunda manga, en la que intercambi­ó juegos con Nadal. Pero en cuanto el mallorquín cambió de marcha, finiquitó el partido como quiso para satisfacci­ón familiar. Su tío, Toni Nadal, actual entrenador de Felix Augeralias­sime, no perdió detalle desde una grada desierta, huérfana del glamour que siempre garantiza el Principado.

Nadal, que hoy se medirá con Grigor Dimitrov por un puesto en los cuartos de final del torneo, tiene a tiro esta semana recuperar la segunda plaza del ranking ATP (la primera sigue siendo propiedad indiscutib­le de Djokovic) tras la baja por covid de Medvedev. Si alcanza la final, la conseguirá.

Fue una jornada redonda para el tenis español en el Monte-carlos Country Club. Los tres tenistas que entraron en liza en el cuadro individual ganaron y convencier­on. Además, lo hicieron con muy pocos minutos de diferencia. Nadal comenzó la fiesta ante Delbonis en la Rainiero III y enseguida se le unió Roberto Bautista, que batió al norteameri­cano Tommy Paul casi con la misma contundenc­ia en la pista 2 (6-3, 6-4). Instantes después, Pablo Carreño, que jugaba en la pista 9, acababa con Karen Kachanov (6-2, 6-3). Davidovich estará bien acompañado en octavos de final. Montecarlo habla español.

EMPIEZA LA CARRERA

Con Roland Garros como gran objetivo, el mallorquín dejó buenas sensacione­s en su estreno en la tierra

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ERIC GAILLARD / REUTERS Rafa Nadal debutó con buen pie en la gira de tierra

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