Isabelle Huppert
Actriz
Isabelle Huppert presentó ayer en el BCN Film Fest la comedia negra Mamá María, en la que encarna a una intérprete judicial especializada en escuchas telefónicas que se transforma en una misteriosa narcotraficante.
Si el viernes fue Johnny Depp quien acaparó todos los flashes durante su visita al BCN Film Fest, ayer fue la veterana actriz francesa Isabelle Huppert la protagonista absoluta del festival, donde presentó Mamá María, una comedia negra dirigida por Jean-paul Salomé que llega a los cines españoles el próximo 23 de abril. En ella interpreta a Patience, una intérprete judicial francoárabe especializada en escuchas telefónicas para el departamento de estupefacientes. Cuando en una investigación descubre que uno de los traficantes es el hijo de la enfermera que cuida a su madre, decide encubrirlo y transformarse en una misteriosa narcotraficante.
La diva Huppert, con más de un centenar de películas a sus espaldas en casi cincuenta años de carrera, musa de directores de la talla de Chabrol, Godard o Haneke y protagonista de títulos como La pianista,
Amor o Elle, por la que logró una nominación al Oscar, atendió a La
Vanguardia sentada cómodamente descalza en la habitación de un céntrico hotel barcelonés.
¿Cómo lleva esta larga situación
de pandemia?
Pues estoy muy contenta de estar aquí en Barcelona porque España está un poco más avanzada que Francia en este sentido.
¿Se han visto paralizados muchos rodajes en su país por culpa del coronavirus?
No, para nada. Se ha filmado mucho en Francia y yo misma he rodado mucho. El cine no ha sido el peor parado de la cultura, quizá los más perjudicados han sido los espectáculos en directo, como el teatro o la música.
¿Qué le atrajo del personaje de Patience?
Muchas cosas. Para empezar, su nombre, que es muy divertido para un personaje. No es impaciente pero es rápida y un día decide cruzar la línea amarilla, como decimos en Francia, y pasa de ser honrada a deshonesta y eso es algo que nunca
había previsto y demuestra que es muy impulsiva y generosa.
Tuvo que aprender árabe para el papel
Sí, aprendí un poco de árabe con un profesor.
¿En qué se basa para decidir interpretar o no un papel?
No sé, porque además del personaje, miro el guion, me fijo en todos los diálogos y miro cómo puedo relacionarme con ese personaje de un modo diverso.
A lo largo de su carrera ha encarnado a una amplia gama de mujeres muy interesantes y variopintas, pero ¿cómo es Isabelle Huppert en la vida real?
No sé qué decir. No sé responder a este tipo de preguntas.
¿Quizá tenga un poco de todas ellas?
No, no tengo nada que ver con los personajes que he interpretado.
Solo nos parecemos en el físico.
Es una de las actrices más prolíficas de su generación y ahora tiene pendientes de estreno cinco películas. ¿No se cansa de trabajar tanto?
La verdad es que no me cansa para nada rodar. Sencillamente disfruto de ello. Me cansa más el teatro, porque hago mucho también, y es más agotador emocionalmente.
Además de actuar, ¿con qué otras cosas disfruta?
No tengo ningún hobby.
Su madre fue quien le aconsejó que iniciara una carrera en la interpretación. ¿Usted tenía otros planes?
Ella me puso en la carretera y ahí sigo.
No se ha prodigado mucho en Hollywood, ¿por qué?
No sé qué quiere decir ‘Hollywood’.
¿Qué conoce del cine español?
Eso es mucho más interesante que Hollywood. Me gustaría mucho hacer películas en España. Encuentro interesante el trabajo de Rodrigo Sorogoyen en Madre y el de Alberto Rodríguez en La isla mínima.
¿Es optimista respecto al futuro de las salas de cine?
Hay que ser optimista o al menos hay que intentarlo porque, si no, nos tiraremos todos por la ventana.