Autores de confianza
Los escritores de ‘La Vanguardia’ que presentan libro este Sant Jordi se reúnen para poner en común sus novedades, que van de la novela al ensayo o las memorias
Un diario es una especie de intelectual colectivo, lleno de voces, estilos e inquietudes. Las mejores plumas de cada época escriben en ellos y nada más natural, pues, que las firmas habituales de la prensa escrita publiquen libros. El pasado jueves, una nutrida representación de autores a los que habitualmente leemos en las páginas –o las pantallas– de La Vanguardia fueron convocados al pie del edificio del Grupo Godó, en Barcelona, para una foto de grupo, en la que acabaron –por indicación de Àlex Garcia– lanzando al aire sus propias obras, como si las abdujera una fuerza extraterrestre.
El decano era el legendario corresponsal de La Vanguardia en Beirut, Tomás Alcoverro. Su libro-entrevista de memorias, Tot està per dir (Pòrtic), donde conversa con Plàcid Garcia-planas, recoge las aventuras de su longeva vida profesional. Un período más acotado, el que va entre los años 2013 y 2020, es el escenario de El camarote del capitán (Destino), los recuerdos de Màrius Carol sobre la época en que dirigió este diario. Otro ex director, Lluís Foix, evoca en Una mirada anglesa (Columna), los años 70 y 80 en que fue el corresponsal de este diario en Londres. Otro veterano director de redacciones, Albert Montagut, publica Reset (Galaxia Gutenberg), ideas sobre “cómo concluir la revolución digital del periodismo”. En La cara oculta de China
(Diéresis), Isidre Ambrós narra su experiencia como corresponsal de La Vanguardia en el país asiático. La experiencia viajera está representada por Miquel Molina, que narra un singular viaje en Cinco horas en Venecia (Catedral/univers), en la misma colección donde Arturo San Agustín retrata su Roma en Amanecer en el Gianicolo.
Los libros sobre la pandemia o cuestionesrelacionadassoninevitablementeuna de las tendencias. Jorge Carrión portaba un ejemplar de Lo viral (Galaxia Gutenberg), su “falso diario” sobre los primeros meses del coronavirus. José Ramón Ubieto, El mundo POS-COVID (NED). Y Joan Carles Trallero, médico de paliativos, ¿Morirme yo? No, gracias (Libros de Vanguardia), sobre el final de la vida.
Julià Guillamon tenía novela, La fàbrica de gel (Galàxia Gutenberg), una historia de amor posindustrial a finales de los años 80. Y Màrius Serra trajo su versión, en catalán moderno, del Tirant lo Blanc
(Proa) de Joanot Martorell.
Sergio Vila-sanjuán –que también trajo un ejemplar de Por qué soy monárquico
(Ariel)– biografía la juventud de uno de los grandes de la literatura catalana, Baltasar Porcel, en El joven Porcel (Destino/ Edicions 62). Donat Putx, en Pascal Comelade, l’argot del soroll (Empúries), recorre la vida y milagros del músico norcatalán. Jordi Amat ha retratado la siniestra figura de Alfons Quintà en El hijo del chófer (Tusquets/edicions 62), todo un superventas. Y el abogado Javier Melero se autoficciona, en Cambalache (Ariel).
En la foto hay dos obras colectivas. Por un lado, Los retos de ‘La Vanguardia’ (Libros de Vanguardia), una antología de esta sección del diario, coordinada por Sílvia Colomé. Por el otro, Lola García es una de las guionistas –con Almudena Grandes, Julia Otero, Leticia Dolera o Eva Amaral– de Voces que cuentan (Planeta), nueve cómics sobre diversos aspectos de nuestra sociedad.
Magí Camps publica Parla’m amb estil (Eumo), mucho más que un libro sobre lengua. Antonio Lozano destila todo su saber sobre el género policiaco en Lo leo muy negro (Destino). Y Xavi Casinos lanza el volumen dos de Barcelona secreta (Viena), su recorrido por los misterios de la ciudad.
Helena Guardans, en Todo lo que aprendí de mis hijos y no me enseñaron en la escuela de negocios (Libros de Vanguardia) extrae lecciones de la vida familiar que le resultaron muy útiles en el mundo empresarial. Alexis Racionero, en El viaje del héroe (Kairós), muestra cómo los antiguos mitos pueden ayudarnos a avanzar.
Y, aunque la distancia social impidió brindar, los asistentes lo habrían hecho con Las 100,75 preguntas que siempre quiso hacer sobre el vino (Libros de Vanguardia), escrito por el sumiller de El Bulli, Ferran Centelles.