¿Qué hombre vendió su piel a un coleccionista por 150.000 euros?
Tim Steiner era un tipo normal, empleado en una gasolinera de Zúrich, hasta que en 2016 su novia, Stéphanie Schleiffer, le dijo que había conocido a un excéntrico artista que buscaba una persona dispuesta a convertirse en un lienzo humano para una exposición en la galería De Pury & Luxemburgo donde ella trabajaba. El artista era
Wim Delvoye, controvertido creador belga que ya había hecho obras similares con cerdos vivos. Empleó cuarenta horas en tatuar su espalda y dos años después la vendió a Rik Reinking, coleccionista alemán que pagó por ella 150.000 euros. “Mi piel le pertenece a Reinking. Mi espalda es el lienzo, yo solo soy el marco temporal”, dijo Steiner a la BBC.
Steiner se llevó un tercio del dinero (el resto se lo repartieron a partes iguales entre el artista y la galería) y tras su muerte la piel de su espalda será enmarcada y expuesta en la colección de Reinking. La obra, titulada Tim en su honor, representa la figura de una Virgen rodeada de haces de luz que recorre su columna y la corona con una calavera mexicana. En la parte inferior hay dos niños y peces nadando entre flores de loto.
Como parte del trato, Steiner debe exhibir el tatuaje en una galería al menos tres veces al año. Se ha sentado en museos de todo el mundo, desde el Louvre, donde Delvoye mostró otras de sus controvertidas obras, como Cloaca, una máquina que reproduce el proceso digestivo humano y genera excrementos reales o sus vidrieras de felaciones, al Mona de Tasmania. En este último, y pese al cierre por la pandemia, el pasado año acudió durante seis meses, todos los días; de 10 a 16.30 horas se sentaba sobre un pedestal en una galería oscura, mostrando su espalda a espectadores que la contemplaban a miles kilómetros de distancia vía streaming.
Su historia ha inspirado El hombre que vendió su piel, largometraje de la tunecina Kaouther Ben Hania que opta al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Aquí el protagonista es un joven sirio que acepta tatuarse la espalda como pasaporte para su entrada en Europa, donde será exhibido en un museo de Bruselas. Delvoye hace un cameo.
Y MAÑANA... ¿Quién fue la primera aviadora que cruzó el Atlántico en solitario?