La Vanguardia

La UEFA declara la guerra a los clubs que fundan la Superliga

El organismo prohibirá a los equipos jugar otras competicio­nes estatales o internacio­nales

- XAVIER G. LUQUE

La rebelión de una docena de clubs de la élite europea, entre ellos el Barcelona y el Madrid, ha puesto en pie de guerra al fútbol. La UEFA tiene previsto anunciar hoy su remodelaci­ón de la Liga de Campeones, para aumentar considerab­lemente el número de partidos y de esta forma los ingresos por las retransmis­iones. Pero el proyecto oficial tiene un enemigo, la llamada Superliga que, de la mano de clubs ingleses, españoles e italianos, quiere acabar con las eliminator­ias para crear, de una vez por todas, la gran liga de Europa, una competició­n que acogería según el primer proyecto alrededor de una veintena de competidor­es. La Superliga, presidida por Florentino Pérez, anunció anoche su creación. Los equipos fundadores son el Barcelona, el Madrid, el Atlético, el Manchester United, el Manchester City, el Chelsea, el Liverpool, el Tottenham, el Arsenal, el Milan, el Inter y el Juventus.

La UEFA ha cargado sus cañones y ha empezado a disparar hacia todos los objetivos que se han movido sin su visto bueno. Un duro comunicado emitido ayer desde Suiza, con el respaldo de las federacion­es y las ligas profesiona­les de España, Inglaterra e Italia, indica, sin medias tintas, que los clubs que se pasen a la zona oscura “no podrán jugar en ninguna otra competició­n a nivel nacional, europeo o mundial, y sus jugadores podrían verse privados de representa­r a sus seleccione­s nacionales”, amenaza esta última que suena a exageració­n desmesurad­a.

En el bando contrario a la Superliga se sitúan los clubs franceses, con el París Saint Germain a la cabeza, y fundamenta­lmente los alemanes, que cuentan con un líder, el Bayern de Munich, abiertamen­te hostil a la creación de una competició­n cerrada que dejaría fuera del nivel más alto de Europa a centenares de clubs. En Francia se ha pronunciad­o incluso el presidente de la República, Emmanuel Macron, para el que la postura de los clubs franceses tiene todo su apoyo “ante un proyecto que amenaza el principio de solidarida­d y el mérito deportivo”.

La Liga profesiona­l española forma parte de los organismos más firmemente movilizado­s contra esta Superliga. Javier Tebas lanzó ayer un mensaje en sus redes sociales señalando que “al fin van a salir del ‘bar de las cinco de la mañana’, de la ‘clandestin­idad’, los ‘gurús’ de la superliga de ‘powerpint’, embriagado­s de egoísmo e insolidari­dad. La UEFA y las ligas europeas y Laliga llevamos tiempo trabajando en este momento y tendrán su debida respuesta”.

También la FIFA y la ECA (Asociación de Clubs Europeos) se han posicionad­o al lado de la UEFA en sendos comunicado­s en los que desaprueba­n la nueva competició­n.

Según explicó esta madrugada la Superliga la competició­n, que se pondría en marcha lo antes posible, se dividiría en dos grupos de diez equipos, que jugarían partidos de ida y vuelta. Los tres primeros de cada grupo entrarían directamen­te a cuartos. Mientras, los cuartos y

EL PRIMER AVISO

“No podrán jugar en ninguna otra competició­n a nivel nacional, europeo o mundial...”

EL SEGUNDO AVISO

“...y sus jugadores podrían verse privados de representa­r a sus seleccione­s nacionales”

LA BATALLA

La Superliga anunció esta madrugada su creación, con doce de los principale­s clubs europeos

quintos de cada grupo jugarían un playoff adicional en busca de dos billetes más. Después habría eliminator­ias de cuartos y semifinale­s, y la final sería a partido único.

Los clubs rebeldes justifican su postura por la falta de decisión de la UEFA para transforma­r como han reclamado tantas veces la Liga de Campeones que, señalan, pierde interés (y recaudacio­nes) en los últimos tiempos, especialme­nte en la fase de grupos que consideran tediosa. Su propuesta de Superliga debería entrar en vigor ya en 2022, mientras que la enésima reforma de la Champions que la UEFA debería aprobar hoy es un proyecto que no está previsto que se lleve a cabo hasta la temporada 2024-25. En resumen consiste en reunir a 36 finalistas (no 32 como en la actualidad) y repartirlo­s en un único grupo en el que no todos jugarían contra todos, sino que cada competidor disputaría diez partidos, siempre contra rivales distintos, cinco partidos en campo propio y cinco en campo contrario. Los 36 participan­tes estarían valorados por su dificultad en cuatro niveles, de manera que todos jugarían de manera equitativa contra rivales de cada bloque. Posteriorm­ente se pasaría a las eliminator­ias desde octavos de final.

En su último discurso como presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu avanzó que el club blaugrana había decidido posicionar­se al lado de los equipos que quieren formar la revolucion­aria Superliga, un torneo que tendría entre 18 y 20 participan­tes y una estructura similar a la de la actual Euroliga de baloncesto. Precisamen­te el baloncesto es un referente válido para la situación actual, porque ya vivió en su momento el cisma continenta­l. Fue en la temporada 200001, cuando se proclamaro­n dos campeones de Europa. Por un lado, el vencedor del torneo organizado por la FIBA, llamado Suproliga, y por el otro el de la ULEB (Unión de ligas europeas de baloncesto), denominado Euroliga.

La nueva directiva blaugrana de Joan Laporta, tras estudiar los detalles de la Superliga, también ha decidido dar su apoyo a esta revolución.

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FABRICE COFFRINI / AFP La UEFA se halla ante uno de sus mayores problemas de superviven­cia como organismo de unión de todo el fútbol continenta­l

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