ERC y Jxcat afrontan la estructura del Govern
Ambos grupos quieren acelerar sus reuniones esta semana
Las conversaciones entre ERC y Junts per Catalunya pueden tomar un nuevo ritmo a partir de esta semana o cuanto menos este es el propósito de los negociadores del partido que lideran Jordi Sánchez y Carles Puigdemont, al que ERC acusa de marcar una cadencia lenta y escasamente productiva de las conversaciones.
Ambos partidos tienen bastante avanzado el programa de gobierno, según fuentes conocedoras de la negociación, salvo algunas cuestiones que pueden entrar en colisión con la CUP.
El objetivo de esta semana es afrontar ya la discusión sobre la estructura del Govern. El candidato de ERC, Pere Aragonès, ya anunció que su intención era crear nuevos departamentos, como el de Igualtat i Feminismes o el de Acció Climàtica. Está por ver si ello comporta un incremento del número de departamentos o bien se suprimen algunos de los existentes.
Las diferencias en este punto no son pocas, ya que también se discutirá bajo qué paraguas se gestionan los fondos europeos, es decir, si pertenecen al Departament d’economia, al de Vicepresidència o a un comisionado especial que dependa directamente del president. De todas formas, fuentes de los dos partidos apuntan que se está de acuerdo en un reparto más o menos del 50% de las conselleries entre ambas formaciones.
También parece que se han salvado ya las discrepancias en torno al Consell per la República. Esquerra acepta volver a formar parte activa de este organismo deslocalizado en Bruselas y que preside Carles Puigdemont, aunque los republicanos ya han advertido que la renovación de este vínculo no significará en modo alguno que el expresident pueda ejercer alguna tutela sobre la gestión de Pere Aragonès. Y Junts les ha trasladado que se respetará esa premisa.
El asunto en el que, sin embargo, no hay acuerdo y se prevé complejo es el relativo a la estrategia en Madrid, esto es, en el Congreso, el Senado y ante el Gobierno de Pedro Sánchez. Junts per Catalunya, cuya representación en las Cortes quedó severamente menguada tras la escisión con el PDECAT desea una dirección colegiada de esta estrategia y Esquerra, en cambio, quiere mantener su propia línea, independientemente de que comparta gobierno con el partido de Puigdemont en Catalunya.
Este parece ser ahora el principal problema y el propósito de los negociadores es sentarse más veces de lo que lo han hecho hasta ahora desde que fracasó la investidura de Pere Aragonès para tratar de resolverlo antes de que expire el plazo legal, a finales de mayo.
Los dos partidos han avanzado en el programa, pero aún están distanciados en la estrategia en Madrid