Tricicle lo enseña todo
El Palau Robert recorre los 40 años de trayectoria del grupo barcelonés con una gran muestra a cargo de Juli Capella
Tricicle se despide. Poco a poco. Han sido 40 años. Muchas risas. Muchas historias. Muchos recuerdos. Compartidos. Es el momento de revisitarlos. El Palau Robert, que se está convirtiendo en uno de los centros de exposiciones más populares de Barcelona, con éxitos como Feminista havies de ser, recorrerá desde el 3 de mayo las cuatro décadas de la compañía barcelonesa con Tricicle
Clic. Trajes. Atrezzo. Fotografías. Vídeos. En el hall estará la silla gigante de SIT. Sobre ella, tres maniquíes con las máscaras de goma de sus caras que hicieron para Terrific. Habrá incluso un videomatón en el que el público podrá colocarse en medio de vídeos en los que actúan dos de los miembros de Tricicle, interactuar con ellos y hacerse fotos: habrá un trípode para colocar el móvil e inmortalizarse coprotagonizando el humor silencioso de Paco Mir, Joan Gràcia y Carles Sans.
El comisario de la muestra es un experto en exposiciones, el arquitecto y diseñador Juli Capella, que conoce a la compañía desde hace años: les llegó a ver cuando comenzaban en El Llantiol y él estaba en una compañía de teatro llamada Crápula de la que le echaron “porque lo hacía fatal”. A Capella inicialmente le encargaron una muestra más pequeña: la iniciativa, recuerda, surgió de la la Sociedad General de Autores, y la propuesta fue creciendo y se implicó en ella hasta el Instituto Cervantes. Pero al final no prosperó y Capella creyó que lo que tocaba era el Palau Robert, que ya había realizado una gran muestra de Comediants. En el Palau Robert estuvieron encantados. Y para reforzar la parte teatral, contactó con Juan Antonio Ríos Carratalá, catedrático en la Universidad de Alicante y especialista en Tricicle, pero no ha faltado la ayuda obvia de los propios miembros de la compañía. Barajaron muchos títulos para la muestra, cuenta Capella, como Tricicle parla, “porque es la primera vez que se expresan”, Tricicle
Extres, “porque ya habían acabado y serían los extras y además serían ex res”, pero al final quedó Triicle Clic “porque ese clic –exlica– es el del interruptor de la imaginación y también el de apagar, y además rima con espectáculos suyos como Terrific o Slastic”.
Una muestra en la que se repasa la historia del grupo a través de sus diez grandes espectáculos de creación y que cuenta con objetos y trajes originales: Capella asegura que se trata de un grupo que “ha utilizado mucho el diseño, hacen reír en pelotas si es necesario, pero se ponen unos trajes con los que todo cambia, con su vestimenta de primitivos ya ríes antes de que hagan nada, han sabido utilizar muy bien el diseño, también el gráfico, y lo he puesto en valor en la muestra”. El recorrido es, dice, sencillo. “Comenzamos explicando las personas que hay tras los personajes, hay una pequeña biografía hecha por cada uno de ellos y yo les he realizado un cuestionario Proust para que se desnuden un poco y expliquen quiénes son. Luego hay una cronología de sus hitos, cómo se conocen en El Timbal, las actuaciones en El Llantiol, el Un, dos, tres, con las imágenes originales del programa y un texto de Chicho Ibáñez Serrador sobre ellos, e incluso una crítica de Joan de Sagarra que les puso a parir y que ellos dicen que les ayudó a no abdicar: ‘¿Que no tenemos imaginación? Ahora verás’”. También hay datos que explican su dimensión: han actuado en más de veinte países, 4.600.000 espectadores... y miles de millones de sonrisas, porque explica Capella, que lo ha medido después de que ellos se lo aseguraran, la gente ríe cada diez segundos en sus espectáculos, a veces cada ocho. Y cada una de estas obras, recuerda, “tiene una pequeña capilla en la muestra en la que hay un sketch en vídeo, fotos y atrezzo como el ring, los guantes y la campana de Slastic”. “También tenemos la sierra mecánica y el traje de matanza de Texas de Carles Sans en Terrific y restauramos el traje de leds de
Bits”, cuenta. Y subraya que pese a las actuales limitaciones la muestra será interactiva con un videomatón en el que “los que piensen que es muy fácil hacer mimo y gesticular” podrán comprobar sus habilidades “poniéndose en medio de dos de los miembros del grupo proyectados haciendo que se inflan o tienen miedo: tú te ves en un espejo, actúas con ellos y te grabas”.
Como cierre, una entrevista realizada por Poldo Pomés en la que cuentan cómo se lo han pasado. cómo creaban y por qué lo han dejado: físicamente no pueden con montajes tan exigentes y ya han volcado en ellos sus ideas. Y los tres hombres que llevaron el mimo al humor con un lenguaje muy propio acaban con un decálogo que, como los mandamientos, se resume en dos: “Amarás al público por encima de todas las cosas y no lo aburrirás”.
La exposición tendrá la silla gigante de ‘SIT’ y un videomatón con el que el público podrá medirse a Tricicle