PRIMER VUELO TERRÍCOLA EN MARTE
La NASA protagoniza un momento histórico al lograr el primer ascenso controlado sobre la superficie de otro planeta
Imagen de la sombra del pequeño helicóptero Ingenuity proyectada ayer sobre la superficie de Marte durante el histórico vuelo de 30 segundos.
Sobre las 9.30 horas de ayer, hora oficial peninsular, el pequeño helicóptero Ingenuity de la NASA estaba haciendo historia, aunque aún no lo supiéramos. El ligero aparato ponía en ese momento sus hélices a rotar a gran velocidad para luchar contra la delgada atmósfera marciana y lograr elevarse en el aire.
Los datos han llegado a la Tierra unas tres horas después, cuando han sido comunicados en directo por la agencia espacial. La NASA ha logrado así, por primera vez en la historia de la humanidad, llevar a cabo un vuelo controlado en la superficie de otro planeta.
Ingenuity es un demostrador tecnológico. Llegó a Marte con la única y complicada tarea de probar que se puede hacer volar un aparato en otro planeta. Su misión ha sido todo un éxito. Así lo han podido confirmar los técnicos tras procesar la información enviada por el propio helicóptero.
“Ha llevado a cabo el giro de las aspas, despegue, vuelo, suspensión en el aire, descenso, aterrizaje y frenado de las aspas”, comunicaba uno de los integrantes del equipo con los consecuentes gritos y aplausos de júbilo del resto de los presentes en el centro de control de la misión. Este se encuentra en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en Pasadena, California (EE.UU.).
El aparato había sido programado para realizar un vuelo vertical que le elevara a unos tres metros sobre el suelo, donde debía flotar unos 30 segundos para luego aterrizar en el punto de origen. Un vídeo grabado por el rover Perseverance, el todoterreno compañero del Ingenuity en esta misión de la NASA a Marte, ha podido mostrar al dron en acción.
Levantar los 1,8 kilogramos de peso del aparato es una tarea fácil en la Tierra, pero la atmósfera de Marte tiene una densidad de menos del 1% en comparación con la de nuestro planeta. De ahí que las aspas del dron hayan tenido que girar a entre 2.000 y 3.000 revoluciones por minuto para que el aparato pudiera elevar el vuelo.
A ello se sumaba la dificultad de llevar todo el proceso de manera automática por el propio Ingenuity. La distancia entre Marte y la Tierra provoca un retraso de 11 minutos en las comunicaciones, lo que deshecha la opción de controlar las maniobras desde aquí.
Ingenuity aterrizó en el planeta rojo el 18 de febrero acoplado al vientre de Perseverance y protegido por una coraza de las altas temperaturas experimentadas durante el ingreso en la atmósfera. Un mes después, el pequeño helicóptero estaba listo para ponerse en marcha. El dron fue separándose de su transportador en varios pasos hasta quedar sobre la superficie del planeta.
La fecha del vuelo ha sido pospuesta en un par de ocasiones desde entonces. El primer intento debería haberse llevado a cabo el 8 de abril. Los datos del aparato alertaron al equipo de un problema que impidió pasar al modo de vuelo y que debía ser revisado antes de proceder con la prueba. El resto de las funciones vitales para Ingenuity, como el mantenimiento de la energía, la temperatura o las comunicaciones, funcionaban correctamente.
El incidente se solucionó ajustando la secuencia de comandos desde tierra. Ello implicó agregar algunos comandos a la secuencia de operaciones de vuelo. El viernes pasado se realizó una prueba de giro que confirmó su puesta a punto.
El vuelo de ayer ha servido de prueba. Ahora, el equipo de la NASA intentará vuelos experimentales de distancia y altitud cada vez mayores.
El dron tiene la capacidad de realizar unos cinco vuelos preprogramados más durante una ventana temporal de 31 días terrestres o 30 días marcianos. El helicóptero podrá alcanzar los 50 metros de recorrido durante 90 segundos y elevarse del suelo hasta casi cinco metros.
El futuro éxito completo de la NASA, en caso de darse, supondrá todo un avance para el estudio de Marte. Disponer de helicópteros como Ingenuity ofrece una gran ventaja a la hora de elegir a dónde dirigir los rovers para la exploración marciana. En la actualidad, semejante tarea se hace en base a fotografías tomadas por los propios vehículos.
Contar con drones ampliará el campo de visión de los científicos al permitir también acceder a zonas impracticables para los vehículos terrestres como pequeñas cuevas.
Una vez que el helicóptero complete su demostración de tecnología, Perseverance comenzará a enfocarse en su misión principal. El rover buscará signos que indiquen si la vida floreció en el planeta vecino. El vehículo estudiará para ello biomarcadores en las rocas.
DEMOSTRADOR TECNOLÓGICO El único objetivo era demostrar que se pueden hacer volar drones en otro planeta
DURANTE 31 DÍAS MÁS
El aparato llevará a cabo cinco despegues más sobre la superficie marciana
EXPLORACIÓN
Contar con estos vehículos aéreos permitirá ampliar el campo de visión