La Vanguardia

La deliberaci­ón que asfixia a EE.UU.

El fiscal acusa al policía que mató a George Floyd de “traicionar la placa”

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Minneapoli­s amaneció este lunes con los negocios sellados y las calles fortificad­as por el ejército.

A la espera del veredicto contra el policía blanco Derek Chauvin por la muerte de George Floyd, la ciudad experiment­a esa sensación de vida en pausa.

Sus vecinos expresan la incapacida­d para imaginarse cómo será la existencia una vez que el jurado tome una decisión.

Todavía está muy fresca la memoria de todo lo que ocurrió tras el 25 de mayo del 2020. Ahora se teme que una absolución provoque una respuesta todavía más incendiari­a, después de una emocional vista oral y otros daños colaterale­s, como el reciente deceso de Daunte Wright, en Brooklyn Center, en el área metropolit­ana de Minneapoli­s, por recibir un disparo en el pecho. Iba desarmado en su coche.

Las siete mujeres y cinco hombres sobre los que recae la responsabi­lidad de tomar la decisión, cuestión que trasciende al hoy exagente Chauvin y se proyecta sobre todo el país, se encuentran “secuestrad­os” desde este lunes hasta que alcancen un veredicto. Se emplea el término “secuestro” porque se les aísla de todo y de todos durante el tiempo que precisen para decidir.

Su encierro empezó tras recibir las instruccio­nes del juez Peter Cahill, que preside la vista, y una vez que la Fiscalía y la defensa explicaron sus conclusion­es.

Uno y otro presentaro­n dos planetas de galaxias diferentes –culpable o inocente– que también retrata la división de Estados Unidos. El país que denuncia el racismo sistémico, la brutalidad policial hacia los negros y reclama reformas profundas en las prácticas uniformada­s y en la jusplete ticia, frente a la nación presuntame­nte de la ley y el orden que da patente de corso a los policías, a los que resulta difícil llevar a juicio y todavía más que les condenen. La culpabilid­ad ha de ser por unanimidad, por lo que si uno de los jurados disienta, no hay pena.

El fiscal Steve Schleicher vio en la acción de Chauvin un uso injustific­ado e “ilegal” de la fuerza que causó de la defunción de Floyd. “Chauvin traicionó la placa y todo lo que representa”, señaló.

Sobre el agente recaen tres cargos, dos por asesinato en diferentes grados y otro por homicidio. Le pueden condenar por ese trio por dos o por solo uno.

El defensor Eric Nelson apeló a que Chauvin actuó como un agente “razonable” (por un billete falso de 20 dólares), y puso en práctica sus entrenamie­ntos.

Pareció que el mundo estaba al revés. Sonó raro oír a un fiscal, por lo general íntimo aliado de la policía, ponerse al lado de la humanidad de un hombre negro –“aquí no se juzga a George Floyd”– y afirmar que la acción del acusado “no fue policial, fue innecesari­a, gratuita y a propósito”.

El fiscal sentó los principios de este asunto. “Este caso se llama el estado de Minnesota contra Derek Chauvin. Este caso no se llama el estado de Minnesota contra la policía. Ejercer de policía es una noble profesión”, matizó.

Ese pronunciam­iento marcó la diferencia entre lo que la acusación persigue en la sala y lo que muchos ciudadanos reivindica­n afuera. Para muchos activistas, la condena a Chauvin debe ser un rechazo a la policía en general. Una de las consignas más coreadas desde la muerte de Floyd es la de rebajar el presupuest­o a los departamen­tos policiales e incluso su desmantela­miento.

Schleicher se centró en el vídeo de nueve minutos y 29 segundos

EL DEBATE POLICIAL

El acusador sostiene que este juicio es a un agente y no a la policía como lo percibe la calle

ATAQUE A PROPÓSITO

El fiscal dice que Chauvin actuó a propósito y el defensor lo calificó “razonable”

en los que Chauvin mantuvo su rodilla sobre el cuello de Floyd. “Usen su sentido común, crean a sus ojos, lo que vieron es lo que vieron”, se dirigió al jurado al inició de su exposición, que se prolongó casi dos horas. “Este caso es exactament­e lo que pensaron cuando vieron con sus ojos el vídeo por primera vez. Pueden creer a sus ojos, lo que vieron sus ojos es lo que sabemos”, apostilló.

La réplica del defensor: “Los nueve minutos y 29 segundos ignoran los previos 16 minutos y 59 segundos”, afirmó Nelson para justificar que Chauvin intervinie­ra y pusiera su rodilla al cuello, con Floyd tumbado boca abajo y esposada, indiferent­e a las peticiones de los transeúnte­s.

A partir de esas imágenes y de los interrogat­orios a testigos y expertos médicos, de los policías que ha derribado el muro azul del silencio y han declarado contra uno de los suyos, el fiscal insistió en que lo que hizo el acusado “no fue ejercer de policía, lo que hizo fue un asalto” y subrayó que “no hay nada peor para la buena policía que un mal policía”.

“Esto no fue hacer de policía, fue un asesinato”, sostuvo. “Floyd no era una amenaza y el acusado solo intentaba ganar”, indicó. Además, el agente “se burló” del detenido cuando suplicaba su “no puedo respirar”. No levantó la rodilla ni cuando Floyd perdió la conciencia, ni cuando llegó la asistencia médica. Solo dejó de presionar cuando meten el cuerpo en la camilla, remarcó el fiscal. “Solo se requería un poco de compasión”, remató.

“El acusado tenía que saber que estaba exprimiend­o su vida”, prosiguió. “Podía haber escuchado a los transeúnte­s, a sus colegas, podía haber seguido su propio entrenamie­nto. Sabía hacer algo mejor y no lo hizo”, señaló.

“¿Quieren saber cómo suena la indiferenc­ia?”, planteó Schleicher al reproducir una grabación en la que Chauvin replica con un “Uh-huh” en el momento en el que Floyd ruega ayuda al sufrir la falta de oxígeno, causa de su muerte según defendió el fiscal.

El defensor, al que en un gesto poco habitual el juez interrumpi­ó por su largo argumento, regresó tras un descanso de 20 minutos a su segundo argumento clave. Floyd murió por sus problemas cardiacos o por el abuso de opiáceos. Como replicó un vecino de Minneapoli­s, Floyd falleció por cualquier cosa menos por la acción de Chauvin. Schleicher descartó con un “sin sentido” atribuir el óbito a esas circunstan­cias.

Al enviar el jurado a deliberar, el juez dijo: “No piensen en las consecuenc­ias del veredicto”.

 ?? JANE ROSENBERG / REUTERS ?? El fiscal Steve Schleicher, en primer plano, y el acusado, el policía Derek Chauvin, en una ilustració­n del juicio de ayer
JANE ROSENBERG / REUTERS El fiscal Steve Schleicher, en primer plano, y el acusado, el policía Derek Chauvin, en una ilustració­n del juicio de ayer

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain