Bacardí cierra la casa de Sitges, pueblo del fundador
El equipamiento baja definitivamente la persiana como consecuencia de las limitaciones del negocio impuestas por la covid
Aunque en la página web se afirma que la casa Bacardí de Sitges permanecerá cerrada “hasta nueva orden”, lo cierto es que no volverá a abrir. En el centro se repasaba la historia de Bacardí y sus vínculos con Sitges y se ofrecían clases de coctelería. Cerró definitivamente el 28 de marzo. Tenía contrato hasta el próximo mes de septiembre, prorrogable a dos años más.
Fuentes del Grupo Bacardí han manifestado a La Vanguardia que han tomado esta “difícil” decisión después de una “meticulosa consideración”. Se añade que “desde su apertura hace casi diez años, casa Bacardí ha sido una atracción local muy querida y valorada por todos los que la visitaron, pero las últimas limitaciones han implicado que el número potencial de visitantes que podemos acoger sea extremadamente bajo”. También se apunta que “siempre estaremos orgullosos de nuestra fuerte conexión con esta preciosa ciudad”, y que “estamos muy agradecidos a Sitges y a su maravillosa gente”. El fundador de la marca, Facundo Bacardí Massó hijo de Sitges, se marchó a Santiago de Cuba en 1830, donde fue comerciante e importador de vino.
Situado en el municipal Mercat Vell, al lado del Ayuntamiento, la casa se ha cerrado en el marco de una decisión estratégica de la compañía Bacardí, a la cual se ha sumado la caída de visitantes por las restricciones de la pandemia.
Bacardí y el Ayuntamiento estudiarán colaboraciones en el marco de la oferta turística. La alcaldesa, Aurora Carbonell, afirma que Bacardí se ha comprometido a abonar el alquiler pendiente del 2020 y lo que va de 2021, unos 75.000 euros. Carbonell dice que Bacardí ha decidido cerrar las brand homes de Francia y Sitges y apostar por la de Cataño (Puerto Rico).