Caixabank propone un ajuste de 8.300 empleos
La entidad propone prescindir de casi un 20% de los trabajadores del nuevo banco
Después de más de una década de reconversión del sistema financiero, ayer se puso en marcha una nueva ola de recortes de plantilla: Caixabank propuso a los sindicatos un ajuste de 8.291 empleados de la nueva entidad resultante de la fusión con Bankia, a través de un expediente de regulación de empleo (ERE). Los afectados son casi uno de cada cinco empleados de la plantilla combinada de Caixabank y Bankia.
Una reducción equivalente a la mitad de los empleados de Bankia que han pasado al nuevo banco. La mayor parte de los afectados (5.742 empleados) corresponden a la red de oficinas. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri y dirige Gonzalo Gortázar quiere cerrar una de cada cuatro sucursales: un total de 1.534, equivalente al 75% de las aportadas por Bankia a la fusión.
El plan fue muy mal recibido por los sindicatos. Ricard Ruiz, secretario general de CC.OO. en Caixabank, aseguró que la oferta económica es tan baja que “dudamos que haya más de un 10% de trabajadores que voluntariamente se puedan adherir al plan ”.
Caixabank explicó ayer en un comunicado que en caso de no alcanzarse el número de voluntarios suficientes se aplicará el criterio de la “meritocracia”. En los últimos meses, una consultora externa ha ordenado la plantilla en función de su valoración según los diferentes mecanismos de evaluación interna. En paralelo, el banco ha llevado a cabo también cuestionarios y evaluaciones para identificar las competencias y habilidades de cada empleado hasta el nivel de director de oficina.
Caixabank también informó que el 50% del ajuste debe venir de menores de 50 años. Para este colectivo, la oferta de salida es una indemnización de 25 días por año trabajado con tope de 18 mensualidades. La ley vigente establece que en caso de despido procedente corresponden 20 días por año trabajado con 12 mensualidades de tope. Según el comité de empresa, el incentivo económico es bajo.
UGT calificó de “salvaje y vergonzoso” el ERE de Caixabank. El sindicato advirtió que “la aprobación dada a la fusión por parte del Gobierno (que tiene una participación del 16,1% en el banco) no puede convertirse en un cheque en blanco para realizar los ajustes propuestos por la dirección.
Ruiz añadió que la factura social de la absorción de Bankia por parte de Caixabank no solo será el despido de casi uno de cada cinco trabajadores, sino la rebaja de las condiciones laborales.
Según fuentes de los trabajadores, el recorte de personal afectará fundamentalmente a la red de oficinas (5.742 empleados), a los servicios centrales y direcciones territoriales (1.861), mientras que los 688 restantes serán de otras áreas. Con los datos preliminares facilitados ayer, la provincia de Madrid se llevará la peor parte en cuanto al recorte de personal de oficinas y de profesionales que dan servicio a esas sucursales. La propuesta es que se recorten 1.511 empleados en Madrid. Casi tres veces más que la propuesta en
REACCIONES
Los sindicatos rechazan el ERE y dudan de que haya voluntarios
SUCURSALES
La entidad cerrará 1.534 oficinas, una de cada cuatro de la red combinada
Barcelona (595 empleados), como se aprecia en el gráfico. En cuanto a los empleados de los servicios centrales corporativos, la cifra de despedidos es de unos 1.800 y no se ha detallado dónde afectará, si bien el grueso se ubican en Barcelona y Madrid. Fuentes del banco dijeron que al ser un proceso voluntario es difícil establecer todavía dónde tendrá más impacto.
Los 8.291 empleados que se verán afectados es una cifra ligeramente superior a las estimaciones que en el mes de septiembre hicieron los sindicatos sobre el volumen de empleados en edad de ser prejubilados, que se situaba en 7.500. Como en todos los procesos de negociación, la cifra inicial suele reducirse durante el periodo de discusión, con lo que es posible que se ajuste a los citados 7.500.
La entidad justificó el ERE ante los sindicatos en la caída de ingresos, del margen de intereses y del margen bruto, una lenta recuperación del crédito y unos tipos de interés bajos, según fuentes sindicales.
El ERE se dividirá en cuatro grandes grupos. Las ofertas van desde los 20 días por año hasta el 50% del sueldo. Según Ricard Ruiz en el caso de los mayores la oferta es menos de la mitad que la del último ERE.