Armin Laschet ya es el candidato de los conservadores a suceder a Merkel
El líder de la CDU se impone al socio socialcristiano Markus Söder
“La suerte está echada; Armin Laschet será el candidato a canciller de la Unión”, concedió el derrotado. Tras una inusitada y turbulenta lucha de poder en el seno del bloque conservador en Alemania, el democristiano Laschet logró imponerse a su rival socialcristiano Markus Söder –que también aspiraba al puesto– y convertirse en el candidato a la cancillería en las elecciones generales del próximo 26 de septiembre.
Armin Laschet, de 60 años, presidente del land de Renania del Norte-westfalia desde junio del 2017 y líder de la democristiana CDU desde hace solo tres meses, se ubica así en posición de suceder como canciller a Angela Merkel, quien tras más de 15 años en el poder no concurrirá a las urnas.
“Apoyaré a Armin Laschet, sin rencor y con todas mis fuerzas”, dijo Markus Söder, líder de la socialcristiana CSU bávara, socia histórica de la CDU, en una comparecencia ayer en Munich. Söder, de 54 años, presidente del land de Baviera, había hecho pública su aspiración a la candidatura a la cancillería el pasado domingo 11 de abril, con el argumento de que los conservadores debían fijarse en los sondeos de popularidad, en los que él es mucho mejor valorado que Laschet. Al renano se le reprocha una errática gestión de la pandemia en su land, y al bávaro se le aplaude por una sensata organización contra el virus.
Una pugna que la prensa alemana no duda en calificar de “fratricida” atravesó durante nueve días el bloque conservador –conocido como la Unión–, con graves daños en imagen pública, ante la evidencia de la fractura y el temor existencial de los conservadores a no cosechar suficientes votos en septiembre para poder dominar la era post-merkel.
Los sondeos han otorgado hasta ahora al bloque CDU/CSU el primer lugar en las preferencias de los electores, aunque con una fuerte caída en las últimas semanas (27%-28%), cifra mucho menor a sus resultados en las elecciones generales del 2017, cuando logró el 33% de votos. El partido ecologista Alianza 90/Los Verdes le pisa desde hace meses los talones, con el 21%-22%. Pero en un sondeo de Forsa publicado ayer, los verdes aparecían en el primer lugar (28%) y la Unión en el segundo (21%), señal de que la lucha interna de poder ha dañado a los conservadores.
“Es importante que la CDU y la CSU vayan a esta campaña electoral como un solo equipo”, dijo Laschet, un centrista de corte merkeliano, en rueda de prensa en Berlín después de que su rival Söder –de talante más a la derecha– se retirara de la liza. “La CDU no ganará estas elecciones sin la CSU, y es así también a la inversa”, añadió Laschet.
Markus Söder se retiró ayer de la brega después de que la cúpula de la CDU –tras una tensa reunión telemática el lunes, que duró más de seis horas y se prolongó hasta pasada la medianoche– respaldara en votación la candidatura de su líder Laschet. Pero no fue por unanimidad: de los 46 dirigentes de la ejecutiva, 31 votaron por Laschet, 9 por Söder y 6 se abstuvieron. En efecto, hay democristianos que apostaban por el bávaro, temiendo una sangría de votos en septiembre por la impopularidad de Laschet en sondeos.
Armin Laschet, debilitado por este pulso de poder, tendrá ahora que pelear por esos votos. Nacido en Aquisgrán en 1961, Laschet se afilió a la CDU con 18 años. Estudió Derecho y Ciencias Políticas en las universidades de Munich y Bonn, pero trabajó de periodista. Ya metido en política, fue diputado en el Bundestag (1994-1998), y eurodiputado (1999-2005). De regreso en Renania, fue del 2005 al 2010 ministro regional de Familia e Integración. Desde junio del 2017, gobierna el land en coalición con el liberal FDP.
De su sintonía con la canciller saliente da fe que respaldó sin reservas la decisión de Angela Merkel de
Un último sondeo da la victoria a los ecologistas en las elecciones alemanas de septiembre
abrir fronteras a los refugiados en el 2015. Europeísta convencido, es además muy fiel al eje franco-alemán y en política exterior, prefiere mantener trato con Rusia. Católico, casado y padre de tres hijos, Laschet suele desplegar una jovialidad que se ha visto puesta a prueba en estos días de brega con el socio bávaro.
En su comparecencia en Munich, Söder dio las gracias a aquellos diputados y líderes de länder de la CDU que le apoyaron por encima de la disciplina de partido. Es el caso de los presidentes de Sajonia, Sarre y Sajonia-anhalt. El domingo, las juventudes conservadoras (Junge Union), órgano conjunto de CDU y CSU, se decantaron por Söder. Armin Laschet tendrá pues también que reparar la división en el bloque conservador, con un Markus Söder que probablemente le reclamará concesiones. Y si los resultados electorales en septiembre no son los apetecidos, Söder podrá esgrimir la típica frase: “Ya os lo dije”.