Rafa Amargo: “No existe la presunción de inocencia”
El bailarín presenta una exposición inspirada en su obra
A Rafael Amargo le duele sobre todo que, con tan dilatada y reconocida trayectoria, hoy su nombre se asocie inmediatamente a la crónica de sucesos y no a la cultura. Con un juicio pendiente bajo la imputación de delitos tan serios como tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, acude cada 15 días a firmar al juzgado. Con todo ello, no solo sacó adelante su espectáculo Yerma sino que llenó cada noche en Madrid.
Ahora visita Barcelona para presentar la exposición La danza de Dionisio, un compendio de esculturas y dibujos que firma Jorge Egea basada en el espectáculo Dionisio de Amargo y que se inaugura con un año de retraso a causa de la pandemia. La exposición –en el Museu Europeu d’art Modern de Barcelona hasta el 27 de mayo– consta de 25 esculturas, 37 dibujos, vestuario y 10 fotografías de Consuelo Peris con Antonio Albella como Zeus, Ángel Güell como Apolo y Luciana Bongianino, pareja de Amargo, encarnando la conciencia.
Resulta inevitable abordar su agria situación penal, cuestión que el bailarín granadino no esquiva. “Algo así no me había ocurrido nunca y he vivido cosas de todo tipo, pero siempre fueron anécdotas cariñosas y divertidas: desde la amistad de Gabriel García Máramargo quez o de Chavela Vargas, con quien viví sus últimos cuatro años, o cuando llegué a Madrid, que me crié con Lola Flores. Quien me conoce sabe que soy muy generoso, te abro mi casa y te doy la llave porque la vida a mí me ha dado mucho y soy agradecido. No ha existido presunción de inocencia y he tenido más medios encima que los que hubo en la boda de Letizia. ¡Llegó a decirse si no sería para promocionar Yerma! He sufrido mucho, mi madre lo ha pasado muy mal, mis hijos, mi padre cayó enfermo… ¿Eso quién te lo paga? Nadie. Ojalá pronto salga el juicio porque mientras tanto no puedo hablar, no puedo defenderme; cuando hablo es midiendo mucho lo que digo, aunque lo haga con el corazón”.
se lamenta de lo que tarda en construirse el crédito de una persona y lo veloz que es el proceso de demolición: “Se me han caído campañas de publicidad aunque he conseguido levantar otras gracias al apoyo de gente de la profesión. Me ha salvado que he estado todos los días en el teatro y he salido a bailar con más ganas que nunca. La parte positiva es que he recibido el apoyo de tres pilares de este país y me he dado cuenta de que soy una persona querida en mi profesión, sigo siendo Marca España, trabajo por mi arte y cultura y que esas personas te llamen y te digan “¿Qué necesitas? Ven a casa”, me alivia el corazón. Pero prefiero quedarme para mí quiénes son como tampoco diré quién me ha fallado. O los que se han mantenido en el terreno imparcial, que será algo muy sabio, pero sobre un amigo, yo no sería neutro. Siempre opinaría. Bueno, quiero creer que esos amigos que no se han presentado estarán hibernando por la covid”.
Rafael Amargo quisiera traer próximamente Yerma a Barcelona, ciudad que lo encumbró y en la que vivió ocho años. Ha cumplido 46 años y admite que su vida profesional como bailarín ya no puede durar mucho más. Inquieto y sorprendente nos hace esta revelación: está a punto de encarnar al descubridor Vasco de Gama en una superproducción de Bollywood.
“Ojalá salga pronto el juicio porque no puedo hablar ni defenderme”, asegura el artista enojado