Carlos Alcaraz tropieza ante Frances Tiafoe y se va del RCTB
Alguien vocea:
–¡Vamos, Carlos!
Y Carlos Alcaraz (17 años) pelea en la pista Rafa Nadal.
El público aplaude, comulga con él, y esto no es habitual. Este es un partido de primera ronda, en la segunda jornada del cuadro grande, y en la grada, aun condicionada por la pandemia, se asoman David Ferrer, Julio Salinas, Jordi Cambra, Javier Godó, conde de Godó, Riqui Puig y Andrey Rublev.
Son personalidades dispares atraídas por un imán, el joven Alcaraz, que juega de forma sincopada, entre golpes de genio y momentos dispersos, hasta que al final se rinde ante Frances Tiafoe, grandullón estadounidense que apuntaba fuerte hace unos años (su nombre sonaba entre los representantes de la Next Gen) y que ha perdido fuelle en los últimos tiempos, hasta caer al puesto 65.º del ranking ATP: 6-4 y 7-6 (2).
El partido deja sabores agridulces. Ambos rivales han jugado a trompicones, combinando momentos de inspiración con episodios de desconcierto. En el primer set, Tiafoe cabalga hasta 5-1, antes de atascarse para dejar crecer a Alcaraz, que se le acerca hasta 6-4 para luego rendirse.
En el segundo ocurre a la inversa. Alcaraz se agarra a su drive y echa a volar, hasta 1-4, y entonces es él quien se evade y deja que Tiafoe vuelva al partido. La lucha se extiende hasta la muerte súbita, y ahí se impone la madurez del estadounidense, más implicado en el duelo, hoy rival de Schwartzman.