La mirada humanista
ESTEVE RENOM I PULIT (1940-2021) Economista y amante de los libros antiguos
Cuando las frías estadísticas las conforman nombres próximos nos afectan mucho más. Este mes de abril, a causa de la covid, nos ha dejado un profesional excelente a la vez que una persona de gran sensibilidad social. Economista, inquieto en la formación, viajó muy joven a Estados Unidos, que lo cautivó por la practicidad de sus gentes y organizaciones. En sus inicios profesionales fundó con varios compañeros la Jove Cambra de Sabadell, llegando muy joven a dirigir con gran honestidad y éxito el Banc Industrial de Catalunya (BIC), del grupo Banca Catalana.
De ahí pasó a la dirección financiera del grupo multinacional catalán Celsa. Hombre de confianza de la familia propietaria, se mantuvo en una responsabilidad máxima dirigiendo las finanzas incluso cuando, al final de su vida profesional, se incorporaron importantes acerías en Polonia y en el Reino Unido.
Sus amigos recordamos, sin embargo, la riqueza de sus virtudes personales. La sensibilidad del joven profesor que, haciendo unas sustituciones, se enamoró de Montserrat Llonch, la que sería su esposa durante toda la vida, “la chica más guapa de Sabadell”. La del enamorado de su ciudad, de la que construye la más importante colección de libros sobre Sabadell y autores sabadellenses. El catálogo de esta ha sido editado por Publicacions de l’abadia de Montserrat.
Esteve Renom se compromete en bastantes causas de la ciudad, en la rehabilitación del santuario de la Mare de Déu de la Salut, con la Fundació Bosch i Cardellach, con la Acadèmia Catòlica que rehabilita y actualiza como presidente, con Caixa de Sabadell, de la que es consejero.
Al jubilarse, consolida su compromiso eclesial asumiendo la presidencia de Cáritas Sabadell, vinculada a la Diocesana, y de esta es captado también para el equipo económico de la diócesis de Terrassa. En las dos instituciones colabora con generosidad y dedicación. Llega a formar parte, incluso, del consejo de administración de una empresa de inserción laboral de Cáritas.
Pero el compromiso está abierto. Tiene cuatro hijas y un hijo a quienes ama con pasión y, siguiendo a una de ellas, llega a colaborar con la unidad de medicina tropical que dirige el doctor Pedro Alonso en el hospital Clínic de Barcelona y que hace un trabajo encomiable por la erradicación de la malaria en Mozambique.
Desde el Centre d’esplai de la Acadèmia Catòlica de Sabadell, donde tiene a una de sus hijas, entra en contacto con la Fundació Pere Tarrés, de la que fue patrón y hasta vicepresidente entre 1990 y el 2011. Desde esta posición nos orienta en la gestión económica, fija criterio, aconseja con sensatez en aquello que se le pide, nos acompaña en la búsqueda de ayudas económicas, opina en todo lo que tiene que ver con los jóvenes y su otra afición, el excursionismo.
La pandemia se ha llevado a un hombre recto, clarividente, un humanista de gran cultura, que amaba al país, su ciudad, Sabadell, la Cerdanya, pero sobre todo a sus gentes. Con Esteve Renom perdemos a un cristiano convencido y a un ciudadano con gran sentido para el compromiso cívico, con elevada responsabilidad social. Sus amigos y familia lo echaremos de menos.