Stefanos Tsitsipás confirma su inspiración: arrolla a Munar

A mediodía, en la pista central, oficialmente bautizada como pista Rafa Nadal, Stefanos Tsitsipás (22) levanta el vuelo. El griego es el hombre del año. Lidera la clasificación de la Race (la lista del 2021). Ha jugado la final de Acapulco y las semifinales del Open de Australia y Rotterdam. Acaba de imponerse en el Masters de Montecarlo. Y declara:

–Todo había empezado aquí, en Barcelona. Aquí había comenzado mi viaje por el ATP. Era el 2018. Tenía 18 o 19 años. Aún frecuentaba Futures y demás. Y entonces llegué a Barcelona y logré mi mejor resultado, la final ante Nadal. Yo estaba allí, coce mo en un sueño, y me decía: “¿Ya, ante él, tan pronto?”. Sí, aquí empezó mi viaje.

Y el cronista recuerda aquellos días. Los periodistas nos decíamos: –¿Un griego en una final del ATP? Y buscábamos referentes y no los encontrábamos, pues nunca abundaron los griegos en el Top 100. Ni en el Top 200.

Bien, hoy es el 2021 y Tsitsipás, tipo espiritual, defensor del medio ambiente, es el quinto tenista del mundo y se ha plantado en la central y, en un pispás, despacha a Jaume Munar (6-0 y 6-2, en 1h18m).

Ahí mismo, en el pequeño espacio de un rectángulo con una red de por medio, se confrontan dos recorridos.

Munar, finalista en Marbella hace quindías, no arranca. Tiene 23 años, es el 86.º del mundo y lleva tiempo tratando de avanzar en las tablas, buscando el Top 50, anhelo que no se cumple.

Tsitsipás es un tenista longilíneo, en magnífico estado de forma y dispuesto a crecer aún más. Y por eso, se convierte en un muro, manipula a Munar mientras le desespera, combina drives y dejadas, no falla un golpe y sirve de maravilla.