El Parlament convoca un pleno sin fijar el orden del día
La junta de portavoces decidirá sobre el relevo de Cuevillas o la comparecencia de Aragonès
Un pleno con el orden del día abierto hasta que el lunes se reúna la junta de portavoces y decida cuándo –previsiblemente el miércoles o el jueves próximos– y qué asuntos se deben tratar. Eso fue lo que estableció ayer en una reunión extraordinaria la Mesa del Parlament, que dejó en manos de los grupos acordar o no la comparecencia del vicepresident Pere Aragonès para someterse al control parlamentario y la sustitución de Jaume Alonso-cuevillas por Aurora Madaula en la secretaría segunda del órgano rector.
Los diputados, en todo caso, ya no volverán a ocupar el auditorio del edificio de la Ciutadella para reunirse en pleno como se hizo en la sesión constitutiva y en la fallida investidura de Aragonès, ya que, según fuentes parlamentarias, adaptar el espacio resulta demasiado caro.
Para ahorrar costes sin que se resienta la seguridad sanitaria, la Mesa ha decidido volver al hemiciclo y que en los plenos en los que deban estar presentes los 135 diputados –como en la elección de un nuevo secretario, que debe hacerse mediante una votación en urna– se dejará un escaño vacío entre cada uno de ellos y se habilitarán las tribunas y los palcos, normalmente destinados a los invitados, para poder albergar a todos los parlamentarios, que deberán llevar en todo momento una mascarilla FFP2 y tendrán que someterse a un control de temperatura antes de acceder al edificio.
En aquellos asuntos cuyo debate no exija que todos los diputados estén en el hemiciclo, las sesiones se podrán celebrar en plenos reducidos con la presencia de entre 40 y 68 parlamentarios, es decir, siempre por debajo del 50% del aforo de la Cámara, que desde el inicio de la pandemia de coronavirus había tenido un límite de 21 diputados.
Si finalmente se fija una sesión de control al Govern, Aragonès comparecerá por primera vez, al margen de su intento de resultar investido, desde la celebración de las elecciones y se dará cumplimiento a lo que han venido reclamando los grupos de la oposición, que han pedido de forma reiterada que el vicepresident en funciones de president se someta al escrutinio de la Cámara para dar cuenta de la gestión de la pandemia por parte del Govern y ofrecer explicaciones sobre el destino reservado a los fondos europeos.