Aragonès se pone al frente del diálogo con Jxcat para desencallar el acuerdo
ERC se abre a pactar la formación del nuevo Govern más allá del 1 de mayo
Pere Aragonès tomará hoy personalmente las riendas de la negociación con Jxcat en un intento de desencallar el acuerdo para la formación del nuevo Govern, que a un mes de que expire el plazo para la repetición de las elecciones continúa siendo toda una incógnita. Lo hará en una reunión con Jordi Sànchez en la prisión de Lledoners para mirar de acelerar unas conversaciones que, a juicio de ERC, avanzan con demasiada lentitud.
En el encuentro al máximo nivel está previsto que participen los equipos negociadores de las dos partes. No, en cambio, los exconsellers presos de Jxcat, pero sí Oriol Junqueras. Y la idea es que el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat explique cuál quiere que sea la estructura del futuro Govern para que Jxcat, con su secretario general al frente, pueda estudiarla. Este es, según los posconvergentes, el único punto del orden del día de una reunión que no consideran extraordinaria, “sino una más de las múltiples que estamos manteniendo”, advirtió ayer su portavoz, Elsa Artadi, mientras que los republicanos desearían que sirviera para “alcanzar un acuerdo esta misma semana”, en palabras de su vicesecretario general Sergi Sabrià.
Con estas posiciones manifiestamente distantes, las dos formaciones afrontan efectivamente una nueva semana de negociación, en la que ERC y Jxcat siguen siendo, en todo caso, prisioneros de sus propias estrategias. ERC lo es del ultimátum fijado el fin de semana por su coordinador nacional en el sentido de que si antes del 1 de mayo no hay acuerdo “habrá que explorar otras vías alternativas” y que ayer Sabrià hizo equilibrios para mantener, aunque al final tuviera que acabar admitiendo que la disposición a llegar a un pacto con Jxcat va más allá de la fecha en cuestión. Y Jxcat lo es tanto de su insistencia en no tener prisa que a Artadi, aun precisando que todavía queda un mes por delante para hablar con ERC, no le quedó más remedio que reconocer que “las negociaciones avanzan” y que “en cada reunión se está más cerca de formar el Govern”.
Además, son también víctimas de sus propias contradicciones. Y es que en el supuesto de que no hubiera acuerdo para formar el nuevo Govern y se tuvieran que “explorar otras vías alternativas”, necesariamente la solución continuaría pasando por un entendimiento entre las dos formaciones. Porque un gobierno de ERC en minoría, por ejemplo, solo sería posible con el voto favorable de Jxcat, una vez descartada por parte republicana la opción de buscar apoyos fuera del independentismo en En Comú Podem o en el PSC, como dejó claro Sabrià. Y porque quienes han sugerido la posibilidad de un gobierno en minoría no han sido los republicanos, sino los posconvergentes,
El líder republicano se reúne hoy con Sànchez en Lledoners en un intento de acelerar las conversaciones
que se han comprometido a no forzar la repetición de las elecciones.
La conclusión es que, de un modo u otro, ERC y Jxcat tendrán que entenderse. Y quizás por esta razón los dos socios mantienen el buen tono, a pesar de los toques de atención que se intercambian. “Hace siete meses que la presidencia de la Generalitat está en funciones, por eso el país no puede esperar más, y sería un error gravísimo que alguien antepusiese los intereses de partido a los del país”, advirtió Sabrià a Jxcat. “Mostramos nuestra más absoluta incredulidad sobre el hecho de que poner ultimátums sirva para avanzar en las negociaciones”, reprochó Artadi a ERC.
Y, en consonancia, buenos deseos de unos y otros. “Hace tiempo que decimos que no hay escollos insalvables”, sentenció el dirigente republicano. “Nuestra voluntad es seguir negociando para cerrar un acuerdo de gobierno con ERC y un acuerdo que permita la estabilidad de la legislatura con la CUP”, subrayó la dirigente posconvergente.