La Vanguardia

“La ultraderec­ha trata de infiltrars­e en la policía”

Pablo Iglesias, candidato de UP a la presidenci­a de Madrid

- Pablo Iglesias, candidato de UP

El elefante en la cacharrerí­a de estas elecciones madrileñas es el exvicepres­idente Pablo Iglesias, al frente de la lista de Unidas Podemos. El día que anunció su dimisión y su candidatur­a auguró que el dilema no sería “socialismo o libertad”, sino “fascismo o democracia”. En esas estamos. Con una campaña que llama al voto sin pedirlo y un lema neutro, Que hable la mayoría, Iglesias es el octavo pasajero de las elecciones: ha revuelto a todo el pasaje.

En el Congreso oímos a la portavoz del PP llamar “terrorista” a su padre por repartir pasquines contra Franco. Hoy recibe amenazas que lo señalan como objetivo. ¿Cree que lo uno es condición de posibilida­d de lo otro?

Claro que lo es. El estilo fascista, las mentiras, las provocacio­nes, la agresivida­d forman parte del modus operandi de la derecha y de una ultraderec­ha que se escinde de esa derecha. Y el hecho de que se hayan consentido esas formas de agresivida­d nos ha llevado a una situación como la que tenemos ahora, en la que el subdelegad­o del Gobierno en Zamora se tiene que poner en contacto con mi padre para decirle que no se preocupe, que están alerta.

¿Cree que su vocación política ha puesto en peligro a los suyos?

Claro que sí, y eso es lo más duro, saber que por lo que hago y por lo que represento puedan sufrir mi madre, mi padre o mis hijos.

Tengo que recordar aquí que a uno de los periodista­s de Eduardo Inda la Fiscalía le pide un año por acosar a mis hijos, que ninguno ha cumplido tres años, y que los tuvimos que cambiar de escuela infantil por esto. Es terrible que ocurra con la complicida­d de algunos poderes mediáticos que alientan ese acoso.

¿Aplicaría la ley de Partidos a Vox?

Eso lo tienen que hacer los tribunales, en todo caso. Dicho esto, en una democracia liberal existen mecanismos jurídicos para burlar esa eventual aplicación de la ley de partidos. Y eso no es responsabi­lidad de los políticos, nosotros tenemos que articular una respuesta democrátic­a el día 4 en las urnas. Hace falta una respuesta política de la sociedad, votando pacíficame­nte, con civismo, frente a sus insultos, sus provocacio­nes y su violencia.

Sostiene que el PP no es una derecha homologabl­e a la europea por su fundación por exministro­s franquista­s. ¿Cree que es una causa de lo que estamos viendo?

Es una de ellas. Antes cuando iba a congresos internacio­nales de Ciencia Política nos preguntaba­n por qué no había ultraderec­ha en España y decíamos que porque la derecha española había sido capaz de tenerlo todo: La ultraderec­ha española estaba dentro del PP y surge como una escisión del PP. Su origen está donde está, en la fundación del partido por siete ministros de la dictadura. Hay un detalle personal muy llamativo: la única persona vinculada al PP que me ha escrito para solidariza­rse es José María Lassalle, un liberal que creo que ya no tendría espacio en el PP. Nadie más del PP me ha mandado un mensaje.

Hemos visto a las fuerzas del orden hacerse selfies con militantes neonazis. Usted recibe ahora balas de uso policial y militar. ¿Deben preocupars­e los ciudadanos por sus Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?

Trabajo todos los días con policías que no solo son grandísimo­s profesiona­les sino que, en lo humano, el cariño y la cercanía hacia mi familia me hace tener solamente palabras de agradecimi­ento. No me parece justo meter a toda la policía en el mismo saco. Pero defender a la policía es también señalar cuando se producen actuacione­s o situacione­s injustific­ables. No es justificab­le que un miembro de las UPI se haga un selfie con alguien que tiene una orden de alejamient­o por acosar a mi familia por odio ideológico. Y decir esto es precisamen­te defender a la policía. Es evidente que la ultraderec­ha está tratando de infiltrars­e en sectores de la policía e ignorar esto es de una enorme torpeza en términos democrátic­os. En ningún país de Europa se tolera.

Se cumplen tres años desde que Cristina Cifuentes dimitió por la difusión un vídeo personal humillante. Había decidido actuar en los tribunales contra sus predecesor­es. Años antes, el tamayazo permitió a Aguirre retener el poder. Hoy se envían balas y navajas. ¿Qué hay en esos cajones de la administra­ción madrileña?

Todo lo que estamos viendo es la prueba de que podemos ganar. Si no, no se explicaría esta agresivida­d, incluso por parte de algunos portavoces mediáticos que están quemando las naves. Eso revela que estamos cerca de ganar y creo que saben que con nosotros en el Gobierno, esos cajones se van a abrir.

¿Dónde llegará la escalada?

Hay que ser prudente. Estamos en una época en la que vemos cosas que hace no mucho parecían inimaginab­les. Ojalá que no, pero tenemos que estar preparados para todo. Desde luego lo que nos ha transmitid­o el Ministerio del Interior no es tranquiliz­ador. Nuestra gente que hace campaña nos transmite un ambiente muy agresivo por parte de elementos de la ultraderec­ha.

¿Estamos a tiempo de revertir esta espiral o, si vence la izquierda en Madrid, oiremos que el suyo es un “gobierno ilegítimo”?

Ya están preparándo­se para hablar de fraude electoral cuando ganemos. Y hay que estar preparados para todo. Creo que toda la toxicidad que estamos viendo por parte de la derecha y la ultraderec­ha en los últimos días y las últimas horas es porque los números no les cuadran.

Ha evitado confrontar con Más Madrid en campaña, protegiend­o un eventual pacto de gobierno. ¿Cabe pensar en la reunificac­ión de su espacio a medio plazo?

A mí me hubiera gustado que lo consiguiér­amos en estas elecciones, creo que era una demanda casi unánime entre los electores, no tanto porque nos vean iguales –porque somos distintos–, sino por lo que podría haber generado en términos de ilusión. Eso no fue posible y no tiene sentido lamentarse ahora y creo que tenemos que remar todos juntos para ser capaces de sumar y en el futuro, ya veremos.

Esta será una minilegisl­atura de dos años. ¿Será el 2023 su paso a la vida civil?

Hay que ser prudente porque cuando uno tiene una responsabi­lidad, la contingenc­ia de los acontecimi­entos puede ser definitiva. Lo que sí diré es que tengo claro desde hace tiempo que hacía falta una renovación en el liderazgo estatal y lo llevaba trabajando desde el verano con Yolanda. En política no se puede estar eternament­e y mi profesión es ser profesor universita­rio. Y me gustaría retomar mi experienci­a en el periodismo crítico, el trabajo que hice en La Tuerka. No sé cuándo llegará eso, me queda tiempo. Si gobernamos en la Comunidad de Madrid es evidente que empieza a contar un reloj diferente, pero no creo que la política tenga que configurar carreras interminab­les. Sigo siendo un profesor de políticas y un periodista que está de paso en la política.

El CIS dice que Yolanda Díaz es la mejor valorada incluso entre los votantes socialista­s. ¿Le entristece por haber sido usted tan mal valorado o se alegra por acertar en el momento y la persona para el relevo?

Dos sensacione­s. La primera: Yolanda es un valor electoral que puede servirnos para ser la primera presidenta de la democracia española. La segunda es una enorme preocupaci­ón por ella. En el verano del 2014 yo era el líder mejor valorado en todas las encuestas. Lo que le van a hacer a Yolanda a partir del día 4, sabemos lo que va a ser. Vamos a tener que cuidarla, estar a sus órdenes y organizar un cinturón en torno a nuestra líder porque la van a machacar por tierra, mar y aire.

¿Se ve presidente?

Sí. Creo que la situación es tan absolutame­nte imprevisib­le, la campaña se ha roto varias veces, que creo que hay una situación de shock emocional. En mis grupos de Telegram y de Whatsapp menos políticos, por ejemplo en mi grupo de primos, veo cosas que no había visto desde el 2014, mucha preocupaci­ón y, al mismo tiempo, mucha indignació­n. Creo que es imprevisib­le lo que puede ocurrir el día 4 y nosotros como siempre salimos a ganar y, en cualquier caso, a sumar y a estar cada uno en la posición que nos correspond­a.

“Hemos de estar preparados, lo que nos transmite Interior no es nada tranquiliz­ador” “Nadie del PP me ha enviado un mensaje, salvo Lassalle, que hoy no tendría sitio ahí” “Ya están preparándo­se para hablar de fraude electoral cuando ganemos” “Unirnos era una demanda del electorado, pero ahora no cabe lamentarse: hay que sumar”

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DANI DUCH
 ?? DANI DUCH ?? Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos, en la sede madrileña de su partido
DANI DUCH Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos, en la sede madrileña de su partido

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