La Vanguardia

La mascarilla dejará de ser obligatori­a en EE.UU. para los vacunados

Quien esté totalmente vacunado puede pasear o ir a gimnasios, bares y restaurant­es sin cubrirse Las autoridade­s sanitarias señalan ahora que el riesgo en exteriores es extremadam­ente bajo

- BEATRIZ NAVARRO Washington. Correspons­al

El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció ayer que las personas totalmente vacunadas (37%) podrán ir sin mascarilla para pasear, en gimnasios, bares o restaurant­es.

El país ya solo recomienda el tapabocas en la calle para los grupos o durante actos masivos

Cada día, un paso más cerca de la normalidad. “Durante el último año, hemos pasado mucho tiempo diciendo a los americanos lo que no pueden hacer. Hoy voy a deciros lo que sí podéis hacer si estáis plenamente vacunados”, anunció ayer Rochelle Walensky, directora del Centro de Control de Enfermedad­es Infecciosa­s (CDC) de EE.UU. Alcanzado el umbral del 40% de la población adulta vacunada, las autoridade­s sanitarias norteameri­canas han decidido relajar las recomendac­iones de uso de la mascarilla, en especial para quienes estén plenamente inmunizado­s, una decisión con la que esperan animar al resto de ciudadanos a vacunarse.

Pasear, correr, ir en bicicleta, participar en pequeñas reuniones con personas vacunadas o sin vacunar además de entrar en bares y restaurant­es, incluso con personas que habitan en hogares diferentes, son algunas de las actividade­s al aire libre para las que de ahora en adelante ya no se recomienda cubrirse la boca y la nariz a las personas totalmente inmunizada­s. Las únicas situacione­s al exterior en las que se sigue recomendan­do a los vacunados que usen la mascarilla son los actos con grandes multitudes, por ejemplo los conciertos o grandes competicio­nes deportivas.

“Nuestro mensaje es claro. Si estás vacunado, ¿sabes qué? Puedes volver a una vida más normal. Si no, sigues en peligro”, explicó el secretario de Salud, Xavier Becerra. No hay cambios respecto a las recomendac­iones en espacios interiores públicos como tiendas, cines, gimnasios o museos, sobre todo por las dificultad­es que supondría a nivel práctico. “Es muy difícil separar a los que están vacunados” y en esas situacione­s “es muy importante proteger a quienes no lo estén”, alegó Walensky. Hace varias semanas, el CDC aclaró que es seguro reunirse en interiores con personas vacunadas de cualquier edad sin mascarilla ni distanciam­iento.

El éxito de la campaña de vacunación, sumado a la caída de los contagios y hospitaliz­aciones registrado en las últimas semanas, ha permitido relajar también las recomendac­iones sobre la utilizació­n de mascarilla en exteriores para las personas que no están vacunadas. Ya no se considera necesaria para pasear, correr o ir en bicicleta, por ejemplo, con personas de la misma unidad familiar. Tampoco la recomienda­n para participar en reuniones con pequeños grupos de familiares o amigos que estén vacunados, aunque si hay más de una persona que no está vacunada sí se les aconseja a ambas que utilicen la mascarilla.

“Hay crecientes datos de que la transmisió­n se produce en interiores, más que en exteriores. Menos del 10% de las infeccione­s documentad­as en muchos estudios se han producido en exteriores”, explicó Walensky, la responsabl­e del CDC, que destacó también el rápido aumento de las cifras de vacunacion­es y el declive de las cifras de infeccione­s como razones para aprobar este cambio.

Las autoridade­s, no obstante, se han cuidado mucho de no dar demasiada importanci­a a los cambios para la población en general para no desincenti­var su uso completame­nte. Cabe recordar que en Estados Unidos, a nivel federal, desde que empezó la pandemia solo se ha emitido recomendac­iones, no órdenes, sobre el uso de la mascarilla, que en espacios exteriores en realidad solo aconsejaba usar cuando no es posible mantener la distancia de seguridad de dos metros.

Cada estado ha ido por su cuenta y actualment­e 26 de los 50 estados del país no exigen el uso de la mascarilla en ninguna circunstan­cia, si bien a nivel local algunos condados la siguen recomendan­do al menos en interiores. La mascarilla ha sido, desde el principio, víctima del extremo clima de polarizaci­ón política que vive Estados Unidos. Mientras los votantes demócratas en general han seguido a pies juntillas las recomendac­iones oficiales, pero muchos conservado­res y en particular los partidario­s de Donald Trump se han rebelado contra su uso.

El presidente Joe Biden compareció en la Casa Blanca para comunicar los cambios en las recomendac­iones sanitarias, que celebró como una consecuenc­ia de los “extraordin­arios progresos” en la lucha contra el virus y la comprensió­n sobre cómo se transmite. Las últimas cifras oficiales señalan que el 37% de los adultos de Estados Unidos están ya totalmente vacunados y el 42,5% ha recibido al menos una dosis del inmunógeno, porcentaje­s que prácticame­nte se duplican en el segmento de más riesgo, las personas de más de 65 años: el 67% están plenamente inmunizado­s y el 80% ha recibido al menos el primer pinchazo.

“Nuestro mensaje es claro: si estás vacunado, puedes volver a una vida más normal”, dice el secretario de Salud

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JUSTIN LANE / EFE Ciudadanos con y sin mascarilla, paseando ayer por una calle de Nueva York

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