La Vanguardia

El Gobierno reclama aislar con un “cordón sanitario” a la ultraderec­ha

Ayuso invita al PSOE a facilitar su investidur­a y Gabilondo replica: “Ni PP ni Vox”

- JUAN CARLOS MERINO

Un clima de máxima gravedad impregna la batalla electoral de Madrid, por las amenazas de muerte cursadas contra cargos públicos y candidatos de la izquierda y las reacciones políticas provocadas por estas intimidaci­ones. El Gobierno optó así por ampliar los servicios de escolta a los principale­s cabezas de cartel y reforzar los protocolos de seguridad en los ministerio­s.

El bloque de las izquierdas compuesto por el PSOE, Más Madrid y Podemos, por vez primera alineados para cerrar el paso al “fascismo” de Vox y la “complicida­d” del PP, despliega una suerte de pancarta unitaria que rememora la del Madrid de 1936: “¡No pasarán!”. Pero ya en las últimas elecciones madrileñas la ultraderec­ha pudo parafrasea­r a Celia Gámez: “¡Ya hemos pasao!”. Y la aspirante a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, hace entre tanto oídos sordos y se aproxima al 4-M dispuesta a “arrasar”,

LLAMADA A LOS PARTIDOS

El Ejecutivo anima a adoptar “medidas coordinada­s” para vetar los pactos con Vox

EL BLOQUE DE LA IZQUIERDA

El PSOE ve innecesari­o impulsar un acuerdo por escrito para poner en evidencia al PP

para cerrar a su vez el paso a una reedición del gobierno “socialcomu­nista” de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Sola o en compañía de otros, que solo podría ser la ultraderec­ha ante la prevista debacle de Ciudadanos.

El propio Sánchez disparó las alarmas el domingo, al advertir que Vox supone “un peligro real para la democracia”. Y el Gobierno ya reclamó ayer a todos los partidos aislar a la ultraderec­ha con un “cordón sanitario”, como en Francia o Alemania. Un mensaje, no obstante, cuyo único destinatar­io es el PP.

“Ninguna amenaza va a hacer retroceder a nuestra democracia”, advirtió la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. Y llamó a aislar a Vox con un “cordón sanitario”, igual que hizo la víspera el candidato socialista, Ángel Gabilondo. “Hay que poner un cordón sanitario a cualquier formación política que haga de la incitación al odio su catecismo”, demandó Montero.

Pero también reprochó que “el PP intenta justificar el no hacer ese cordón sanitario, porque en el fondo cuenta con la ultraderec­ha para conformar su gobierno”. Montero advirtió que las formacione­s ultraderec­histas “tienen un cordón sanitario en el conjunto de Europa incluso por parte de los partidos conservado­res”. “Es convenient­e que se adopten medidas coordinada­s y consensuad­as por parte de las formacione­s políticas para que no se produzcan alianzas con aquellos que son partidario­s del odio o expresan pensamient­os que directamen­te incitan a las amenazas, el odio y la exclusión”, reclamó.

En el PSOE parece descartado, no obstante, que se intente impulsar un pacto por escrito entre partidos para establecer un cordón sanitario a Vox, a la manera del que las formacione­s independen­tistas suscribier­on en la campaña del 14-F para vetar al PSC. Alegan que no haría falta que los partidos de la izquierda lo firmen, pues es explícito su rechazo a la ultraderec­ha. Pero tampoco creen necesario impulsarlo para dejar en evidencia a Ayuso: “No hace falta, porque es evidente que el PP ampara a Vox”. Ya tras las autonómica­s del 2019, el entonces candidato de Más Madrid, Íñigo Errejón, propuso sin éxito al PSOE y Ciudadanos un pacto para evitar un gobierno del PP sustentado por la ultraderec­ha.

El PP, no obstante, insistió ayer en esgrimir las propias alianzas del Gobierno. “¿Cuándo van a hacerle un cordón sanitario a los herederos de ETA, a los golpistas y a los independen­tistas?”, requirió la senadora Ana Camins a la vicepresid­enta del Ejecutivo, Carmen Calvo. Ayuso, por su parte, emplazó al PSOE a facilitar su investidur­a

“DISFRUTA CON ELLO” Ayuso redirige el tiro al líder de Podemos por “fomentar la violencia y contempori­zar”

MÁS LEÑA AL FUEGO Iglesias aviva la polémica y advierte que el Rey aún no condenó “la violencia fascista”

tras el 4-M, si lo que demanda es que Vox no sea necesario para su reelección: “Si tanto quiere la izquierda y el PSOE que no salga Vox, que me voten a mí”. Pero la invitación cayó en saco roto. “Ni PP ni Vox. La única alternativ­a a un gobierno con Vox es un gobierno progresist­a liderado por el PSOE”, zanjó por su parte Gabilondo.

La mandataria madrileña redirigió el tiro: “La persona que más ha fomentado y contempori­zado con la violencia ha sido Pablo Iglesias, disfruta con ello”, advirtió. Y criticó que el Gobierno convierta en “un circo” las amenazas de muerte de la campaña, al generar, a su juicio, “una alarma innecesari­a”. “El Gobierno no se lo toma en broma, no le parece que haya que bromear hablando de circos. Tenemos en riesgo ni más ni menos que la propia democracia”, replicó Montero.

Y Pablo Iglesias, a su vez, quiso reabrir otra línea de ataque, al calor de la polémica, en un mitin en Getafe: “¿Cómo es posible que con amenazas de muerte reales y verificada­s por el Ministerio del Interior no se haya producido todavía una sola palabra de la Casa Real condenando la violencia fascista?”, se preguntó.

 ?? JAVIER LÓPEZ / EFE ?? Protesta de los aficionado­s del Rayo Vallecano por la presencia de Abascal y Monasterio en el palco durante el partido contra el Albacete
JAVIER LÓPEZ / EFE Protesta de los aficionado­s del Rayo Vallecano por la presencia de Abascal y Monasterio en el palco durante el partido contra el Albacete

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