España mantendrá los cubrebocas hasta que el 70% esté inmunizado
Las medidas individuales de prevención no decaerán en el interior de los locales
Hace unos días, la discusión se centraba en la necesidad de mantener el estado de alarma más allá del 9 de mayo. Las vacunas llegaban con cuentagotas y la incidencia acumulada seguía en aumento. Unas semanas después, el debate ha girado 180 grados con la inmunización de millones de personas (especialmente, las más vulnerables) y la constatación de que la cuarta ola no será de la misma envergadura que las anteriores. Tanto es así que se ha pasado de pedir más estado de alarma a hablar ahora sobre cuándo se abrirán al público los estadios de fútbol.
Pero una cosa no va a cambiar durante largos meses: las mascarillas seguirán siendo obligatorias, así como mantener la distancia interpersonal y el lavado constante de las manos. Según explicaron a La Vanguardia fuentes del Ministerio de Sanidad, el cubrebocas se mantendrá, al menos hasta que el 70% de la población esté vacunada (algo que se prevé, como muy tarde, para finales de agosto) y siempre que la incidencia acumulada sea baja, 50 casos por 100.000 habitantes.
Solo entonces, las autoridades sanitarias se plantean levantar la obligatoriedad de llevar la mascarilla en todos los espacios. Porque esa medida, sin embargo, no afectará a los espacios cerrados. En ellos, seguirá siendo obligatorio llevar este producto sanitario. En los bares y restaurantes, también, solo se podrá quitar cuando se esté comiendo o bebiendo.
España sigue así la estela dibujada por Israel, país que tiene ya la mayoría de su población inmunizada, al menos con una dosis, y que el pasado 18 de abril decidió levantar la obligación de llevar mascarilla en los espacios abiertos. Y se ha permitido cuando el número de contagios ha sido simbólico. Días antes lo había hecho Gibraltar. Las autoridades del Peñón, tras inmunizar al 70% de la población, decidió relajar el uso de las mascarillas: solo en los espacios cerrados, incluidos los transportes públicos. Pero en la vía pública, con la cara descubierta.
España seguirá este camino, aunque no quiere comprometerse a nada. “Hay que ver la evolución de las variantes”, reconocen. La covid es un problema mundial, no vale solo con que un país o un continente esté vacunado y con una incidencia baja, debe ser el mundo en su conjunto, señalan las citadas fuentes. En esta línea, expertos en salud pública apuntan a la necesidad de que lleguen las vacunas a todos los países, porque si no, el virus y sus variantes llegarán de nuevo a Europa. Y recuerdan lo ocurrido en diciembre del 2019, cuando apareció la covid en la localidad china de Wuhan. “No se pensó que pudiera llegar y miren lo que ocurrió”, indican.
En este sentido piden mucha precaución a la hora de levantar medidas, incluso las personales como es llevar la mascarilla. Su uso en el interior de los espacios públicos debe mantenerse. Y, ya cuando este virus esté controlado, apuestan por que el hecho de llevar mascarillas sea algo recomendable para las enfermedades respiratorias. “Este año ha habido muchas menos infecciones y todo se debe a la mascarilla y la higiene”, señala el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, José Martínez Olmos.
También sería recomendable, en su opinión, que las mascarillas sean obligatorias en los centros sanitarios, tanto en los hospitales como en los centros de salud. •
Sanidad sigue el ejemplo de Israel y Gibraltar, que relajan el uso de esta prenda con incidencias mínimas