La metrópolis busca líderes y reconocimiento social
Los expertos apuestan por potenciar una mayor identificación ciudadana con la idea metropolitana para impulsar su desarrollo
La metrópolis real de Barcelona puede ir mucho más allá de los 36 municipios que conforman la área metropolitana institucional. Llevan tiempo reclamándolo algunos de los ayuntamientos que quedan al margen de la primera corona metropolitana. También lo hacen los expertos en la materia, como el geógrafo Oriol Nel·lo y Llàtzer Moix, subdirector de La Vanguardia y crítico de arquitectura. Ambos participaron ayer en una sesión sobre el hecho metropolitano en el foro Barcelona Tribuna organizado por la Societat Econòmica Barcelonesa d’amics del País, la Asociación Española de Directivos (AED) y La Vanguardia.
Los dos coincidieron en la necesidad de expandir los límites de la metrópolis hasta abarcar 160 municipios y cinco millones de habitantes, incorporando ciudades del Vallès y el Maresme a la región metropolitana mediante soluciones de carácter consorcial como las que se han hecho en Francia. Aun así, más allá de un mapa más o menos claro, para Moix, la metrópolis solo tendrá sentido y éxito “si cuenta con poder y reconocimiento, no solo de las instituciones, sino también de la ciudadanía”.
La identificación con el proyecto hace imprescindible contar con líderes que se lo crean y apuesten por esta visión, como fue el caso de Pasqual Maragall. Cuando tomó la vara de alcalde de Barcelona, prometió en su primer discurso que la ciudad sería olímpica y metropolitana. Parecía más difícil lo primero que lo segundo, pero la realidad es la que es. “El desmantelamiento de la Corporació Metropolitana por parte de la Generalitat en 1987 privó de oportunidades posteriormente y el aborto del sistema de veguerías tampoco permitió avanzar en la dirección necesaria”, recordaba ayer Oriol Nel·lo, geógrafo y exsecretario de planificación territorial de la Generalitat, desde donde ideó e impulsó el plan de barrios.
El mecanismo de funcionamiento de aquel exitoso plan con componentes de carácter urbanístico y social es el modelo que Nel·lo considera que debería regir el nuevo sistema metropolitano. “Los ayuntamientos tienen el conocimiento del lugar y el contacto con los vecinos; las administraciones supramunicipales disponen de los recursos”, sugiere Nel·lo, que reclama un “liderazgo compartido” entre los municipios y la Generalitat, a quien invita a hacer suyo el proyecto porque “los territorios del conjunto de Catalunya se verían beneficiados si se potencian las redes urbanas del ámbito metropolitano”.
Pese a las oportunidades por explotar, Moix también quiso reconocer el trabajo hecho por el AMB como administración supramunicipal durante los últimos años en materia de vivienda y en el ámbito medioambiental, con la renaturalización de los tramos finales del Llobregat y el Besòs, así como de las playas de todo el litoral, desde Castelldefels hasta Montgat.
ORIOL NEL·LO
Hay que avanzar en soluciones de carácter consorcial, pero la resistencia a cooperar dificulta la solución”
LLÀTZER MOIX
Hace falta alguien que tire del carro y un reconocimiento, no solo de las instituciones, sino de la ciudadanía”