La Vanguardia

Fernández Seijo regresa a un juzgado mercantil

El juez dejará la Audiencia de Barcelona el próximo verano

- LALO AGUSTINA

José María Fernández Seijo, juez de la sección 15 de la Audiencia Provincial de Barcelona y una de las referencia­s indiscutib­les en materia concursal en España, regresará en breve a un juzgado mercantil. En concreto, al número 11 de la ciudad de Barcelona, que está vacante tras el traslado de su titular, Amagoia Serrano, al mercantil 1 de Madrid. El concurso para esta plaza ya está abierto y Fernández Seijo, que forma parte de la promoción de los primeros 37 jueces mercantile­s de España surgida en el 2004, la tiene asegurada por su antigüedad.

El regreso de un juez mercantil –o de cualquier otra especialid­ad– de una audiencia provincial a los juzgados de primera instancia es muy poco habitual y no existen apenas precedente­s. En el caso de Fernández Seijo, madrileño de 56 años y juez desde los 24, el movimiento obedece a su deseo de volver a la primera línea concursal en un momento especialme­nte complicado por la situación de la economía y tras la reciente aprobación del texto refundido de la ley concursal. En el plano personal, el juez ha visto frustrada en varias ocasiones su incorporac­ión al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por el bloqueo político.

“Dejo mi trabajo en la Audiencia, donde hay una calidad extraordin­aria, después de haber vivido una gran experienci­a y ahora espero ayudar en el juzgado mercantil con el trabajo diario y los proyectos actualment­e en curso”, explicó ayer el juez. Su aportación será bienvenida, ya que la alta rotación que existe en los juzgados mercantile­s de Barcelona dificulta en ocasiones la respuesta de los jueces.

Además, Fernández Seijo conoce muy bien la plaza, donde llevó asuntos relevantes desde su llegada en el 2004, cuando se crearon los juzgados mercantile­s. Uno de los primeros concursos fue el de Tracoinsa, cuya resolución constituye el precedente de venta de unidades productiva­s como los que hoy se están realizando a través de la figura del llamado prepack concursal.

Con la llegada de la crisis, Fernández Seijo se hizo cargo de grandes concursos como los de Husa, Habitat, Restaura, Cubigel o el Joventut de Badalona. Algunos de los citados, pudieron cerrarse con un convenio o plan de pagos. Fernández Seijo siempre intentaba dar tiempo y aportar criterios para salvar los negocios y el mayor número de empleos, cuando fuera posible.

Junto con lo anterior, Fernández Seijo cuestionó al Tribunal de Justicia de la UE sobre los desahucios y logró una sentencia histórica que determinó que la ley hipotecari­a española era contraria a los consumidor­es. Y preguntó a Luxemburgo por otro tema jurídico relevante: el tipo de servicio que prestaba Uber, tras la demanda de los taxistas. También perdonó en el 2011 todas las deudas a un matrimonio de Manresa en concurso de acreedores tras la ejecución de su vivienda con un auto precursor de la futura ley de la segunda oportunida­d.

El magistrado logró un vuelco en la ley hipotecari­a, en el caso Uber y en la venta de las unidades productiva­s

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MANÉ ESPINOSA / ARCHIVO José María Fernández Seijo, en las inmediacio­nes de la Ciutat de la Justícia

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