China, líder en transformación
En noviembre de 2019, se produjo el lanzamiento comercial del 5G en 50 ciudades de China.
Wuhan fue una de las primeras en las que se llevaron a cabo ensayos con este nuevo sistema de telecomunicaciones. En aquel momento, pocos de nosotros hubiéramos sabido ubicar en el mapa esta localización. Pero pronto conoceríamos que fue aquí, precisamente, donde se originó el primer brote de coronavirus. La correlación de estos dos fenómenos impulsó el uso del 5G para la atención sanitaria en el país como nadie nunca hubiera imaginado.
Así, en los momentos más críticos de la pandemia, se establecieron rápidamente redes 5G para cubrir los nuevos hospitales de campaña, con salas atendidas exclusivamente por robots y dispositivos conectados. Al ingresar un paciente, un sistema basado en termometría infrarroja tomaba automáticamente la temperatura corporal. Los médicos podían monitorizar parámetros de salud como el nivel de oxígeno en sangre o la frecuencia cardiaca a través de pulseras inteligentes. Había robots también para tareas como desinfectar el recinto y entregar comida o medicamentos. Fuera de los hospitales, los androides contribuyeron a evitar la
propagación del virus descontaminando calles y espacios públicos como el metro, controlando el uso de mascarillas y repartiendo comida a la población confinada.
El informe The Mobile Economy China 2021, de GSMA, pone de manifiesto que, en marzo de 2020, el tráfico de móviles aumentó un 40% en comparación con el mismo período del año anterior. Por su parte, la consultora Deloitte y la empresa tecnológica Huawei afirman en el estudio Combatiendo la covid-19 con 5G que el caso del gigante asiático pone de relieve cómo el 5G puede impulsar la transformación digital en el ámbito de la salud. “El sistema sanitario se ha beneficiado de la mejora de los tiempos de respuesta, la supervisión de los pacientes, la recopilación y el análisis de datos, la colaboración a distancia y la asignación de recursos”, subraya el informe.