Las fotos secretas de Vivien Leigh
Subasta de objetos y fotos inéditas de la actriz de ‘Lo que el viento se llevó’
Elvira Clara Bonet era una adolescente de 15 años cuando acudió al cine Unión, en la plaza Eivissa del barrio barcelonés de Horta, a ver Lo que el viento se llevó. Salió impresionada con el papel de Scarlett O’hara, interpretado por Vivien Leigh. Así que cuando dos años después, en 1957, supo por un reportaje en la revista Sábado Gráfico que la actriz se hallaba de vacaciones en un hotel de Torremolinos con su pareja, Laurence Olivier, no dudó en escribirle una carta, aunque cuando llegó a su destino ella ya no estaba. Pero los fans son insistentes. Posteriormente la escribió a su casa de Londres, logró que le respondiera y no solo acabó por conocerla sino que desde entonces ha atesorado una colección de objetos, fotos y cartas que el próximo 26 de mayo Setdart sacará a subasta en Barcelona.
Entre las piezas que se ponen a la venta hay desde un camisón años 60, de encaje con bordado floral (con un precio estimado de 1.800-2.000 euros), hasta una pitillera Mario Buccellati, años 50, en plata y oro y con las iniciales VL (estimada en 2.400-2.600 euros), que guarda incluso en su interior los cigarrillos rubios que fumaba la actriz, o dos pares de zapatos, de charol negro y piel de cocodrilo, del número 37 (600700 cada par). Y no faltan tampoco objetos de attrezzo de sus pe-lículas como unos lentes (2.400-2.600) que la actriz utilizó en la película El barco de los locos, o a sombrilla (2.500-3.000) que lució en Lo que el viento se llevó, la película con la que en 1939 ganó su primer Oscar y la consagró como estrella de Hollywood.
Se venden también dos cartas que la actriz envió a Elvira Clara Bonet, aunque según su testimonio llegó a recibir un total de 45 entre 1957 y 1967, año del fallecimiento. Sale también a subasta una agenda de 1967 con anotaciones en tinta azul del tipo “cumpleaños de mamá” o “cena con Bill’ y entradas que permiten reconstruir detalles de la vida cotidiana de la actriz en su último año de vida. Y varias cartas que Elvira recibió de Olivia de Havilland, otras de las principales protagonistas de Lo que el viento se llevó, junto a Clark Gable y Leslie Howard.
Pero entre las piezas más solicitadas de esta subasta están las 23 fotos que pertenecieron al álbum personal de Vivien Leigh. Son fotos muy intimas en las que aparece con su hija Suzanne, con el actor Laurence Oliver, que fue su marido durante veinte años, o con su tercer compañero, John Merivale. Cinco de ellas corresponden a la luna de miel de 1940, tras unirse a Laurence Olivier, y sorprenden porqué aparecen los dos desnudos, a punto de bañarse en un río. Es el lote 35112014 cuyo precio estimado es
de 7.200-7.500 euros y puede ser uno de los que alcance la cotización más alta, ya que se trata de fotos inéditas.
¿Y cómo llegaron estas imágenes a poder de aquella muchacha que se encandiló con Scarlett O’hara? Cuando a través de la revista Fotogramas, supo que la actriz vivía en el número 54 de Eaton Square,
2.º piso, puerta D, del aristocrático barrio londinense de Belgravia (entonces aún se facilitaban las direcciones desde los medios), no dudó en escribirle y esta vez recibió respuesta de la actriz. Se inició entonces una relación por correspondencia, en la que Vivien, pese a tener 27 años más, le explicaba sus proyectos e incluso cuestiones más personales. Y la invitó a Londres. Elvira le hizo dos visitas, acompañada de una intérprete, porqué no sabía inglés, el 19 de febrero y el 27 de noviembre de 1965.
En una de las ocasiones, Elvira, ni corta ni perezosa, le regaló un ramo de rosas rojas y un medallón de oro. De aquel día, lo que más recuerda Miss Bonet, que es como le llamaba la actriz, es aquella “voz afónica” de una persona que encontró más achacosa de lo que indicaba su edad. Falleció un año y medio después, a los 53 años.
El día de su muerte (7 de julio de 1967), Elvira recibió su última carta. Unos días después, John Merivale, su última pareja sentimental, la invitó a asistir al funeral que un mes después se celebró en la iglesia anglicana de Sant Martin-in-the-field. Y allí estuvo, en una segunda fila junto a otros amigos íntimos como Michael Redgrave y Alec Guinness. En un video grabado ahora por la casa de subastas Setdart, Elvira, que tiene 81 años, rememora aquel día y y recuerda que cuando en el apartamento londinense le preguntaron que quería beber, ella dijo: “Lo mismo que tomaba Vivien”. Y le trajeron un Cinzano
OBJETOS DE LA SUBASTA Una agenda de 1967 y un camisón de encaje, entre las piezas más personales
ORÍGENES DE LA COLECCIÓN Domitila, la sirvienta española de la actriz, regaló a Miss Bonet varias fotos íntimas
MÁS OBJETOS DE VIVIEN LEIGH En Londres, hace cuatro años en otra subasta, se recaudaron 2,5 millones de euros
blanco seco con una rodaja de limón.
Nombrada miembro honorario del Vivien Leigh Circle, pronunció incluso un discurso en el memorial celebrado en ocasión de uno de los aniversarios luctuosos de la actriz.
Y fue por el cariño y devoción que sentía hacia ella, que los familiares de Vivien Leigh, su hija Suzanne Holmann y su madre Gertrude M. Hartley, la obsequiaron, después de su muerte, con diversos objetos personales de gran valor sentimental, aunque menos monetario. Son algunas de las cincuenta piezas que ahora se subastan, e incluyen también una cajita de rapé, un foulard, unas tazas de café, unos guantes, unos cubiertos de madera, una pluma estilográfica, una cajita portasellos, un boche, una pulsera...
A raíz de estos contactos Elvira entabló amistad con Domitila Martínez Cunchillos, una española que trabajaba como sirvienta y doncella en la casa de la actriz. Domitila era de la localidad navarresa de San Adrián, y también la obsequió a ella con fotos y otros detalles que había recibido de la actriz. Y todas esas piezas le llevaron a convertir su casa de Barcelona en una especie de museo dedicado a la mujer que encarnó a Scarlett O’hara.
Hace cuatro años hubo una subasta en Sotheby’s de Londres, también de objetos de la actriz, donde se multiplicó por cinco el precio estimado inicialmente y se recaudaron más de 2,5 millones de euros. Entre las piezas estrella había un cuadro que le había regalado Winston Churchill, pintado por él mismo, adquirido por 32.000 euros; un anillo de oro que le regaló Laurence Olivier, vendido por 43.000, y el libro de Margaret Mitchell que sirvió de guión de Lo que el viento se llevó, con un poema manuscrito, que salió por 57.000 euros.