¿Una app para cada negocio?
En un país como España, donde hay más líneas de telefonía móvil que habitantes, los teléfonos inteligentes son una de las formas más efectivas de prestar y demandar servicios. Desde comprar una entrada para el cine a consultar la meteorología en tiempo real, cada vez utilizamos con mayor frecuencia esos pequeños ordenadores que todos llevamos encima. Y detrás de cada uno de esos servicios se encuentran las aplicaciones móviles, conocidas popularmente como apps. La mayoría de las empresas y negocios pueden ser encontrados mediante una simple búsqueda. Basta con abrir una ficha en Google Mi Negocio y Bing Places, y estaremos en los resultados de Google Maps o Bing Maps. Si además hemos diseñado una mínima estrategia de posicionamiento frente a los buscadores, nuestra página web o perfil en redes sociales aparecerán sin mucha dificultad y nuestros clientes podrán contactar fácilmente con nosotros.
Pero esto puede no ser suficiente. ¿Por qué no crear nuestra propia aplicación? Todo empezará preguntándonos qué queremos que haga nuestra app. ¿Debe estar orientada a nuestros clientes o a los propios trabajadores? ¿Ofrecerá información útil, como catálogos, precios u ofertas, o bien queremos aumentar la visibilidad de nuestra marca mediante aplicaciones de entretenimiento o juegos? Cada caso será diferente, pero las potenciales ventajas son muchas.
Con aplicaciones de organización y gestión los empleados pueden llevar el catálogo online de la empresa en su tablet o automatizar las reservas de las salas de reuniones y otras funciones que ayudarán a reducir costes y mejorar la productividad. Por otra parte, los clientes pueden recibir ofertas personalizadas, valorar su relación con la empresa o ver mejorada la seguridad de las comunicaciones, haciendo más fácil fidelizarlos.
La buena noticia es que tener una app propia es hoy más fácil y barato que nunca. Además de recurrir a un desarrollador externo, existen numerosas herramientas con las que crear aplicaciones
propias, con costes muy bajos. Gracias a la popularización de métodos de desarrollo de software basado en métodos visuales y la reutilización de código modular, interfaces de “arrastrar y soltar” y accesibilidad multiplataforma (conocidos genéricamente como Low Code), es posible diseñar y lanzar una aplicación sin un gran desembolso en plataformas como Appsheet (Google), Goodbarber, Power Apps (Microsoft), Zoho Creator y otras.