El Principito y Saintexupéry unen sus vidas en el musical ‘Antoine’
Las vidas del escritor Antoine de Saint-exupéry y de su criatura más famosa, El Principito, se fusionan hasta el día 16 en el teatro Apolo. Sus rosas, sus zorros, sus desiertos, se funden en el musical Antoine, escrito y dirigido por Ignasi Vidal y con música compuesta por el grupo Elefantes cuyo líder, Shuarma, da vida al rubio habitante del asteroide B-612, roca que preside la minimalista y efectiva escenografía.
“El Principito son unas memorias poéticas de la vida de Saintexupéry”, afirma Vidal, y con ese punto de partida ha tramado una historia que entra y sale del libro tejiendo paralelismos entre los personajes. “Quizá alguno sea interpretación mía, pero muchos son claros: la rosa del pequeño príncipe es Consuelo, la esposa del autor, y la serpiente es la guerra, y el desierto y toda la historia del zorro son su etapa en el norte de África cuando fue jefe de Aeropostale allí tres años”.
Así, el montaje alterna las historias del príncipe que cree que lo esencial es invisible a los ojos con las peripecias de Saint-exupéry por África, por su elegante exilio en Nueva York y por su regreso mortal a Europa. “He querido trasladar su pensamiento. Militó en el humanismo en un mundo polarizado entre dos grandes bloques, el de las libertades y el del fascismo y el comunismo. Se sacrificó y dejó el exilio por las tropas libres de Francia en el Mediterráneo, pero veía en el sentido patrio la negación a todo rasgo compasivo, fue un ciudadano del mundo en una época complicada”, dice Vidal. Que afirma que en seguida supo que “la historia sonaba a pop y rock y conocía bien a Joan (líder de Elefantes) y su música, de modo que la elección estuvo clara desde el principio”.