Postal de una F-1 casi desconfinada
800 abonados del Circuit serán los primeros espectadores presenciales en un Mundial que empieza a abrirse
Pues no se crea, hemos tenido trabajo esta mañana... cuando han llegado todos los periodistas de golpe”. Los dos operarios de Silicia, la empresa que controla los accesos del Circuit, se apresuran a ponerse de pie cuando se aproxima un nuevo visitante a la instalación. Le indican el dispensador de gel hidroalcohólico y le muestran el termómetro digital para tomarle la temperatura, los dos gestos obligados al franquear la puerta del templo catalán del motor.
El Circuit de Barcelona-catalunya, todavía sin público general en las gradas, será mañana –solo el domingo– el primero que abra levemente las puertas a los aficionados para presenciar, en vivo, una carrera del Mundial 2021 de F-1. Serán solo unos 800 abonados del Circuit –asociados que pagan su cuota anual– los que podrán ver la carrera desde la tribuna principal, sin moverse de allí. Gentileza del Procicat –que impidió el acceso generalizado en función de los datos pandémicos de abril– y de la caída del estado de alarma este 9 de mayo.
“Solo podemos ir el domingo. Tenemos que acceder por la puerta 3, entre las 9.50 y las 10.30 (la carrera a las 15.00 h). Cada abonado tiene un asiento asignado en la parte baja de la grada, con la distancia de seguridad protocolaria. No nos podemos mover por el circuito, nada de dar una vuelta por el perímetro caminando... Solo podemos ir a un chiringuito para comer y mantener siempre la distancia de seguridad y la mascarilla puesta”, explica a La Vanguardia Valentí Fradera, uno de los 800 abonados que solicitaron la entrada de entre los casi 3.000 socios del Circuit, que había establecido un aforo máximo de 1.000 localidades.
Se sienten privilegiados –además no pagan ningún extra–, después de un 2020 a puerta cerrada, a cal y canto, por la rigurosidad imperante en plena crisis pandémica severa.
Como también son unos privilegiados los 110 periodistas y 80 reporteros y técnicos de 16 cadenas de TV que pueden acceder al Gran Premio, a diferencia de los únicos 40 del año pasado. Unas cifras de reapertura que invitan al optimismo, aunque todavía muy lejos de los 750 trabajadores de medios de comunicación que se daban cita en el Circuit en un GP de F-1 antes del coronavirus.
“Lástima que no podamos movernos demasiado, solo de la sala de prensa al corralito para declaraciones de los pilotos”, comenta un periodista veterano de la F-1. Los medios –a excepción de equipos de TV– no pueden acceder al paddock, que está desértico, sin ambiente de carreras, ni al pit-lane, ni a la sala de conferencias, y deben permanecer en la sala de prensa con la mascarilla puesta. Aunque no todos lo cumplen, vacunados o no, confiados quizás de haber pasado las dos pruebas PCR preceptivas para acceder. Nadie se salva de pasar por el palillo nasal. La FIA, además, controla quién entra y quién sale del recinto pasando lista en cada acceso, como revisa exhaustivamente el personal de seguridad.
“Con el coronavirus ha cambiado todo. Hay cosas que están mejor: el paddock está más calmado”, comenta Fernando Alonso, que no ha ido al hotel con el equipo, sino que ha preferido quedarse en el recinto del Circuit en su motorhome para evitar riesgos.
“Quizás echo de menos los domingos. Los otros días tienes la cabeza en mil cosas, pero los domingos me gusta el ambiente de carreras, como un partido de fútbol. Te
gusta que haya ambiente, colorido, que haya banderas, que haya griterío, música... Se echa mucho de menos. Los domingos ahora son un poco más tristes porque echas de menos a los aficionados y su calor. No es lo mismo bajar la visera con 130.000 personas que ver las gradas vacías… echas de menos esa
LA OPINIÓN DE ALONSO
“Se echa mucho de menos al público los domingos, la presión extra y la adrenalina de ver a 130.000 personas”
presión extra, esa adrenalina de ver a todo el mundo”, explica Alonso, animado con la lenta reapertura que habrá al público. En Mónaco, por ejemplo, se espera un máximo de 7.500 espectadores. “Ahora sí parece que la cosas van cogiendo velocidad y ojalá la segunda parte del año haya afición en las gradas y algún periodista en el paddock, pero no todos...”.