La UE apoya los nuevos objetivos sociales en la cumbre de Oporto
Establece la meta de conseguir un 78% de la población empleada en el 2030
Más de tres años han pasado desde la cumbre de Gotemburgo. en la que se lanzó el denominado pilar social de la UE. Desde entonces, han proliferado muchas buenas intenciones acompañadas de pocas realizaciones concretas; y a medio camino, irrumpió el virus. Ahora, en pleno proceso de articular la recuperación económica, llega este nuevo intento de reforzar una Europa social después de los destrozos económicos de la pandemia.
En la cumbre de ayer y hoy en Oporto, los jefes de gobierno de la Unión Europea darán la bienvenida a los nuevos objetivos en empleo, formación y reducción de la pobreza que propuso en marzo la Comisión Europea. “Más que nunca, Europa debe ser el continente de la cohesión social y la prosperidad”, dice el comunicado que firmarán los líderes europeos.
Los objetivos que fijó la Comisión Europea son conseguir para el 2030 que un 78% de la población en edad de trabajar esté empleada, que un 60% siga formación cada año y una reducción de 15 millones del número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, de las cuales 5 millones de niños. Para situarnos, a finales del 2020, el porcentaje de empleo era del 72,4%, y en el 2019, había 91 millones de europeos en situación de pobreza.
“Debemos conseguir que lo social sea una prioridad absoluta. Vamos a discutir cómo crear buenos empleos y poner el acento en la formación”, dijo desde Oporto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Para avanzar en este terreno se establecerán objetivos cuantificados a los que se realizará un seguimiento dentro del Semestre Europeo, el mecanismo para coordinar las políticas económicas. Un renovado
LA DECLARACIÓN DE OPORTO “Europa debe ser el continente de la cohesión social y la prosperidad”
EL VETO DE HUNGRÍA Y POLONIA Los dos países fuerzan suprimir la expresión “igualdad de género” de la declaración
Marcador Social servirá para juzgar los progresos que se consigan y alertar de posibles retrasos o incumplimientos. “Subrayamos la importancia de seguir de cerca, incluyendo el más alto nivel, los progresos conseguidos hacia la aplicación del Pilar social europeo de Derechos sociales y los objetivos del 2030”, dice la declaración.
En los días previos a la cumbre, España ha estado muy activa, presentando varios documentos de trabajo. Sus propuestas son más ambiciosas que las que recoge la declaración de Oporto, en las que no se menciona por ejemplo el seguro de desempleo europeo, que ambiciona España. El éxito del programa SURE, improvisado durante la pandemia para evitar la pérdida de puestos de trabajo financiando los ERTE, es una de las palancas en que España se apoya para pedir que se convierta en permanente, algo que rechazan los países del norte.
Pactar la declaración de Oporto ha forzado muchos equilibrios, incluso ha obligado a suprimir la expresión “igualdad de género” por la exigencia de Hungría y Polonia. En el redactado final, se ha substituido por la promoción “de la igualdad y la justicia para cada individuo”. Estos dos países llevan meses vetando cualquier mención a la igualdad de género en los documentos de la UE. Dicen que es una expresión ideológicamente motivada. Una cumbre presencial, aunque con ausencias. La alemana Angela Merkel, el holandés Mark Rutte y el maltés Robert Abela intervienen telemáticamente.