Sindicalista de la automoción
Con ella se espera más un cambio de estilo negociador que un vuelco radical en los objetivos, pero su ascenso es ya de por sí un hito. La líder laboral alemana Daniela Cavallo se ha convertido en la primera mujer que preside el influyente comité de empresa del grupo automovilístico Volkswagen (VW). Cavallo, de 46 años, era la vicepresidenta desde el 2019, y accede al puesto superior por la marcha voluntaria del anterior titular, Bernd Osterloh. Su ascenso estaba cantado, si bien el año próximo la plantilla celebra elecciones para elegir a sus representantes, y ella deberá ser ratificada en el cargo.
“Con el momento en que hacemos el cambio y el proceso en nuestra cúpula, demostramos que somos confiables; defendemos la continuidad y la previsibilidad”, dijo Cavallo en el comunicado con el que el comité de empresa de VW informó a finales de abril del relevo, que se hizo efectivo el 1 de mayo, fiesta del Trabajo. Fue entonces cuando el anterior presidente, Bernd Osterloh, de 64 años, fichó como jefe de personal de Traton SE, filial de
VW para camiones y vehículos comerciales. Este tipo de tránsito desde el órgano de representación de los trabajadores a cargos en la propia empresa no es algo inusual en Volkswagen.
Daniela Cavallo conoce bien el terreno que pisa, como trabajadora de la compañía y como hija de inmigrantes italianos. Su padre fue gastarbeiter (literalmente, trabajador invitado), nombre con el que las autoridades de la Alemania occidental llamaron a la mano de obra extranjera que en los años sesenta y setenta se trasladaba a este país contratada ex profeso. El hombre entró a trabajar en la fábrica de coches de Wolfsburgo, la localidad a 230 kilómetros al oeste de Berlín en la que VW tiene su cuartel general. Todo en esa ciudad del land de Baja Sajonia transpira aroma de automóviles Volkswagen, y allí nació Daniela en 1975, a poca distancia de la fábrica. “Mi padre siempre decía que VW es el mejor empleador de la región; si logras una plaza de aprendiz en la planta, tienes el futuro asegurado. Y eso hice”, contó Cavallo a la edición alemana del portal financiero Business Insider.
Así que, al acabar la escuela secundaria, la joven Daniela entró en Volkswagen dentro del sistema de formación profesional dual y se formó como comercial de oficina. Más adelante, compaginó el trabajo como tal con estudios de administración de empresas. Desde muy pronto se implicó en la representación de jóvenes y aprendices. Afiliada hace años al sindicato metalúrgico IG Metall, es miembro del comité de empresa de VW desde el 2002. Casada y madre de dos hijos, supo afirmarse como líder laboral combativa sin estridencias en un mundo masculinizado, en el que negociar salarios en tono rudo y a golpe de palabrotas era hasta ahora mismo lo habitual. No está documentado que Cavallo haya recurrido a vocabulario grueso en conversaciones tensas. Daniella Cavallo es ahora la más alta representante de los 660.000 empleados de VW, de los que 300.000 trabajan en Alemania. Está al frente del que probablemente es uno de los comités de empresa más poderosos del mundo, debido a los orígenes históricos de Volkswagen. Tras la Segunda Guerra Mundial, Wolfsburgo quedó en el sector de ocupación británico, y para evitar un control total desde arriba de esta empresa surgida en época nazi, se otorgó una fuerte cogestión a la plantilla. El derecho de voto del comité de empresa está muy protegido. En la práctica, ninguna fábrica puede cerrarse o reubicarse sin el plácet del comité de empresa, que participa también en la designación del presidente del consejo de administración de VW. Por el tamaño de su plantilla, los representantes de los trabajadores se sientan también en el consejo de supervisión –organismo de control característico de las empresas alemanas– de Volkswagen. En las elecciones del 2022, los empleados elegirán también a sus representantes en ese consejo, y Cavallo estará ahí.
Su predecesor Osterloh, que estuvo 16 años en el cargo, tiene para ella grandes elogios: “Es fuerte en liderazgo, empática y piensa de modo tan estratégico que sorprenderá a muchos”. Hace dos años, en su primer discurso como vicepresidenta, Cavallo afirmó: “Todos los compañeros permanecerán a bordo, nadie se quedará en el camino, y como dirección encontraremos formas inteligentes y justas de abordar los posibles problemas”.
La nueva voz de la plantilla de Volkswagen predica continuidad. Sostiene que la transición al coche eléctrico no puede hacerse a expensas de los trabajadores, y que si la producción se modifica o abandona, la empresa debe ofrecer soluciones. “No puede haber otra estrategia”, sentenció en su día ante la prensa. Retos no le faltarán.
Hija de inmigrantes italianos, Cavallo conoce el terreno que pisa; su padre
fue obrero en la fábrica