Landa y Bernal lanzan el primer aviso
De Marchi toma la maglia rosa en una jornada bajo la lluvia
Día interesante en el Giro. La cuarta etapa anunciaba movimientos y estrategias de los aspirantes, ante la aparición de un final enrevesado, con el Colle Passerino, el primer segunda de este año, emplazado estratégicamente a sólo 2,5 kilómetros de la meta en Sestola. Pero además se añadió una lluvia pertinaz todo el día, que acabó de complicar la situación y dio paso a una batalla final
con más consecuencias de las previsibles.
El ganador del día fue el estadounidense Joe Dombrowski, del Emirates, que se plantó en solitario en la meta. Y el nuevo líder –Filippo Ganna abdicó pronto y se dedicó a ayudar a sus compañeros, dando por hecho que su aventura terminaba– es el italiano Alessandro de Marchi, del Israel, un veterano de 34 años que se emocionó visiblemente después de entrar segundo, a 13 segundos.
Entre los favoritos, los más entonados fueron cuatro: Landa, Vlasov, Bernal y Carthy, que llegaron juntos, acompañados de Ciccone, a 1m37s. En cambio, Evenepoel y Yates atravesaron la meta ligeramente descolgados, a 1m48s, con Marc Soler algo más atrás, a 2m11s, con Nibali, Buchmann, Sivakov, Hindley... El más castigado del día fue João Almeida, que ya puede centrarse en echar una mano a Evenepoel: entró a casi seis minutos del vencedor, a cuatro y pico de sus adversarios. No reeditará la exhibición del año pasado.
La etapa tuvo una fuga autobús, con 25 corredores y una representación muy plural. Todos los equipos tenían a alguien en la escapada menos Ineos, Astaná, Bora, Education First, Jumbo y Lotto. Por parte del Movistar ahí estaba el portugués Nelson Oliveira. Eso sí los italianos eran casi la mitad, diez. Cuando corren en casa no desaprovechan ni una, lógicamente.
La victoria se jugó en el grupo, cuando ya se había descompuesto en electrones libres. Ahí destacaron Taaramae y Juul-jensen, pero el contragolpe bueno fue el de Dombrowski y De Marchi, que se llevaron la etapa y el liderato.
El italiano, ya con la maglia rosa enfundada, estaba emocionado, al borde de las lágrimas: “Esto es un pequeño premio a tantas escapadas sin éxito, tengo 35 años [los cumple la semana próxima] y son muchos intentos sin éxito. Llevaba ya unos días pensando que aquí tenía una oportunidad fantástica y la posibilidad me daba vueltas en la cabeza. Ahora tengo que disfrutar, pero hasta que no llegue al hotel, a la cama por la noche, no estaré tranquilo”.
La primera batalla de los líderes la desató Landa en persona y no es nada malo el balance de etapa del ciclista alavés.
El Bahrain exhibió músculo todo el día, tuvo presencia en la fuga y respaldo a su líder en todo momento. Con el ataque decidido de Landa se abrió aunque todavía levemente la caja de los secretos de este Giro. Vimos la capacidad de reacción de Bernal, la entrada en juego de Vlasov y Carthy y la falta de chispa del resto, especialmente Evenepoel y Yates, al menos en una subida de estas características.
EL BALANCE
Vlasov y Carthy responden, Yates y Evenepoel titubean y Almeida se descompone