Cuando Barcelona fue pionera en electricidad
Se cumplen 140 años del nacimiento de la primera empresa eléctrica en España, fundada en la capital catalana
Gestos tan cotidianos como cargar el teléfono móvil o encender la luz tienen parte de su origen en las tres chimeneas del Paral·lel de Barcelona. Son el vestigio que queda de la central térmica de Mata, que antes de tener ese apodo fue creada por la Sociedad Española de Electricidad. Esta empresa fue la primera dedicada a la producción y venta de electricidad en España y la sexta en el mundo. También fue pionera en la creación de una central termoeléctrica, alzando la primera en la Península. Ahora se cumplen 140 años de su nacimiento en Barcelona, que abrió camino a la electrificación pese a que la aventura empresarial tan solo transcurrió del año 1881 al 1894. Fue constituida por dos barceloneses: Tomàs Josep Dalmau y Narcís Xifra Masmitjà. “Algunos los trataron como locos”, confiesa Toni Mera, responsable del fondo histórico de Endesa, compañía que de algún modo es heredera de aquella firma.
“Barcelona contaba con tradición industrial, fue la escuela de ingenieros quien lo impulsó, allí se iluminó una sala con electricidad por primera vez”, cuenta Joan Carles Alayo, doctor en ingeniería industrial y estudioso sobre el proceso de electrificación en Catalunya. Los ingenieros descubrieron la tecnología años antes en la Exposición Universal de Viena. Pero el primer intento de penetrar en un mercado que estaba dominado por el gas, más barato, no cuajó. “Tuvieron la idea demasiado pronto”, considera Alayo.
Pero fueron protagonistas de todo los que vino después. Joan Tatjer trabajó en la central de Mata y recuerda el “gran vapor” que desprendían las tres chimeneas. Luego impulsó el museo de Fecsa. “El verdadero patrimonio industrial son las personas”, resuelve.