El próximo curso será con mascarilla, burbujas más abiertas y presencialidad
El documento del Gobierno será debatido el próximo miércoles con las autonomías
El Ministerio de Educación y el de Sanidad aprobaron ayer el borrador de preparación del próximo curso 2021-2022, que se iniciará en contexto de pandemia, y que debe ser discutido con las comunidades autónomas la próxima semana en el marco de la Conferencia Sectorial.
El borrador afirma que las medidas establecidas en este curso han funcionado, por lo que se mantendrán en el siguiente a pesar de que se espera que mejoren las condiciones de salud pública, con el 70% de la población vacunada. Pero, la incertidumbre de la duración de la inmunización y la posibilidad de que irrumpan nuevas variantes peligrosas, obliga a mantener la guardia.
Así, continuarán los grupos burbuja, mascarilla a partir de los 6 años, distancia, limpieza y ventilación. Pero cambia el número de alumnos que pueden formar grupos burbuja, que ya coincide con las ratios máximas por clase en la etapa de infantil y primaria, y también cambia la distancia interpersonal en el resto de etapas, que se puede reducir a 1,2 metros en vez de 1,5 metros actuales, lo que aumenta la capacidad de las aulas.
Asimismo, el ministerio preserva la educación presencial en todas las etapas, y no como este curso en el que a partir de los 14 años (3º de ESO) se ha realizado parte del horario escolar en casa, para evitar la movilidad de los estudiantes y la concentración de adolescentes en espacios pequeños. En Catalunya, esta medida se aplicó solo en estudios postobligatorios.
El Ministerio admite, en el borrador, que la educación a distancia ha pasado factura a los adolescentes en este curso 2020-2021, que ya venían de un confinamiento del curso pasado. Una factura medida no sólo en resultados académicos sino también en términos emocionales y de salud mental. Además, se ha aumentado la brecha social. Por lo que la estrategia para el próximo curso (en que estarán todos los docentes vacunados y quizás entren los menores) ha cambiado y se busca garantizar la máxima presencialidad, incluso en un escenario de alerta máxima. No se prevé, en ningún caso, educación online, como mucho semipresencial y garantizando unas horas de clase cada día (a excepción de cuarentenas). Y antes de llegar al extremo de la educación híbrida, se pide a los centros que en niveles de máxima alerta busquen alternativas como grupos reducidos en espacios nuevos o clases al aire libre. El nivel de alerta está definido por una serie de variables (transmisión, comunitaria, ingresos en hospitales, ucis...). Esta semana, Valencia y Galicia estarían en niveles de nueva normalidad, pero Madrid y Catalunya, en máxima.
Así pues, hasta primaria, todos en clase, en todos los escenarios. Y con la posibilidad de mezclar grupos burbuja en el patio o para realizar proyectos pedagógicos si son del mismo curso. A partir de la adolescencia, en que el virus se comporta como en los adultos, distancia de 1,2 metros en el aula (1,5 fuera de la misma).
De manera excepcional, indica el borrador, si no es posible garantizar la presencialidad con las opciones mencionadas en los alumnos de más de 14 años (hasta entonces se considera que no tienen suficiente autonomía) se pasaría a un modelo de semipresencialidad. Pero también aquí propone limitar la educación online, obligando a los centros a organizar los horarios de manera que todos los alumnos vayan cada día al colegio. Y apuntando a condiciones especiales para 2º de bachillerato que se presenta a las pruebas
Los grupos de un curso podrán mezclarse en el patio y en proyectos; para los adolescentes, distancia de 1,2 metros
de acceso a la universidad.
El documento plantea minimizar el tiempo de educación a distancia, recomendando la asistencia a clase todos los días (3 horas a primera hora la mitad del grupo, y 3 horas a mitad de la mañana, el resto) o casi todos los días (educación a distancia del 20% de la clase cada día de la semana). Queda exento de este modelo el alumnado de mayor vulnerabilidad académica y social.
La ministra de Educación, Isabel Celaá, defendió el miércoles la vuelta a las clases presenciales en todos los tramos de la enseñanza porque las ventajas son “muy superiores a cualquier riesgo o eventualidad”, una cuestión que debatirá el próximo día 19 con Sanidad y las comunidades autónomas.