En busca del tesoro perdido
Hijos del sol
Dirección: Majid Majidi
Intérpretes: Roohollah Zamani, Javad Ezati, Shamila Shirzad, Ali Nassirian
Producción: Irán, 2020. Drama.
Director relevante en el actual cine iraní, Majid Majidi (Teherán, 1959) siente especial interés por el que define como “sorprendente mundo de los niños, porque es un mundo con una autenticidad irrefutable y con el que el público se identifica fácilmente”. Su obra Niños del cielo (1997) fue candidata al Oscar para la mejor película de habla no inglesa y otros títulos suyos han pasado por festivales como Berlín, Venecia o San Sebastián. Los niños de la calle (algunos de ellos auténticos y que se interpretan a sí mismos) protagonizan Hijos del sol, donde se muestra la denodada y casi perdida lucha por preservar de la especulación inmobiliaria el terreno de un colegio en el que encuentran reconfortante refugio cultural y humano chicos que parecían condenados a la autodestrucción por consumo de drogas y la infamia social.
Debutante que evidencia poseer un muy prometedor talento interpretativo, Roohollah Zamani recrea con enorme convicción la figura del protagonista, Alí, un chico iraní de doce años que lidera un grupo en el que predominan los refugiados afganos. Realizan trabajos retribuidos miserablemente para poder ayudar a su familia, quienes la tienen, y seguir estudiando en un colegio cada vez más amenazado por los explotadores. Alí, cuya madre se encuentra internada en un psiquiátrico, está en búsqueda del hipotético tesoro oculto en unos sótanos laberínticos.
Es evidente que Hijos del sol parecía reunir todos los requisitos para convertirse en un relato lleno de buenos sentimientos, tópicos narrativos, sermoneos innecesarios y falsa ternura que endulzara la función. Nada más ajeno al cineasta iraní Majid Majidi, formado inicialmente como actor. Su intención era transmitir una denuncia social sin caer en la retórica o el discurso empalagoso. Por eso ha manifestado que la “mayor parte de las localizaciones son reales, porque queríamos que la película no se pareciera a una ficción, sino más bien a un documental”. En suma, una obra que devuelve la fe hacia un cine trabajado con imaginación, esfuerzo y que se cierra con un demoledor final.