Champions en Oporto con 12.000 hinchas
Por segundo año consecutivo la final de la Champions se traslada de Turquía a Portugal por culpa de la covid. Debido a la alta incidencia del virus en el país otomano, lo que impedía la presencia de espectadores en el estadio Olímpico Atatürk de Estambul, la UEFA oficializó ayer que el 29 de mayo el Manchester City y el Chelsea peleen por el título más preciado del fútbol europeo de clubs en el estadio Do Dragão de Oporto, donde podrán acudir 6.000 hinchas de cada equipo. “Privar a los aficionados de la posibilidad de ver el partido en vivo no era una opción”, señaló el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, que también lamentó una nueva decepción para los turcos: “Espero estar en Estambul y en Turquía para una final de la Champions League y muchos otros eventos en un futuro próximo”.
De este modo, Estambul seguirá viviendo del bonito recuerdo que dejó la edición del 2005, cuando el Liverpool se impuso al Milan en los penaltis en una de las finales más apasionantes que se recuerdan. A diferencia de Turquía, incluida en la lista roja del Gobierno británico por la afectación de la pandemia, en el territorio luso el virus está más controlado, por lo que no existe ninguna restricción para viajar desde Inglaterra. La normativa del ejecutivo, tratándose de dos finalistas ingleses, ha sido determinante para el cambio de sede.
Descartada Estambul, la primera alternativa fue el estadio de Wembley en Londres, ofrecido por el Gobierno de Boris Johnson, pero la necesaria cuarentena para los que viajaran a la isla obligó a descartar el mítico recinto londinense. Además, el organismo europeo tiene el buen recuerdo del curso anterior, cuando las autoridades portuguesas organizaron una inédita fase final de la Champions a partido único en un momento más delicado de la pandemia. “Una vez más hemos recurrido a nuestros amigos de Portugal para que ayuden tanto a la UEFA como a la Champions League”, añadió el dirigente. El año pasado, el epicentro de la máxima competición continental fue Lisboa a partir de cuartos de final, convertida la capital portuguesa en una burbuja donde el Bayern de Munich se coronó en la final sin público disputada en el estadio Da Luz. Más allá de los 12.000 aficionados de los dos equipos que estarán en las gradas del estadio portuense, con un aforo para 50.000 personas, la UEFA no concretó el número de espectadores totales que podrán acudir al partido.