Kelce & Kelce
Jason y Travis son rivales en la Super Bowl y candidatos al Hall of Fame
Suena como el nombre de una de esas firmas de abogados especializadas en litigios comerciales o que se promocionan en las autopistas de Los Ángeles ofreciendo resultados seguros y tarifas incomparables a las víctimas de accidentes laborales o de tráfico, o de abusos policiales (que desgraciadamente están a la orden del día). La compañía Kelce & Kelce es sin embargo de una naturaleza muy diferente y está integrada por dos hermanos que son los mejores en sus respectivas posiciones en la NFL, y el domingo que viene se van a enfrentar en la Super Bowl.
Kelce es un apellido muy poco común, unos dicen que de origen turco y otros que polaco (de la ciudad de Kielce, en el sur del país). El abuelo de Jason (center de los Philadelphia Eagles) y Travis (tight end de los Kansas City Chiefs) fue todo un personaje, que vivió en Rusia, fue acusado y declarado inocente de espionaje industrial en los años 80, mantuvo en secreto dos familias al mismo tiempo (una en Ohio y otra en las Dakotas), tuvo cinco mujeres (algunas simultáneamente) y fue tan infiel a ellas –ya es difícil– como el ex primer ministro británico Boris Johnson.
Los hermanos Kelce quedaron vacunados contra la infidelidad compulsiva de su antecesor y se han mantenido fieles a los equipos que los seleccionaron en el draft (Jason lleva doce temporadas en los Eagles y Travis, diez en los Chiefs). Sin duda contribuyó a ello el entorno normal en que se criaron en Cleveland Heights (Ohio), hijos de un representante que vendía productos relacionados con el acero en el cinturón industrial de EE.UU. y de una banquera especializada en la concesión de hipotecas para la compra de viviendas modestas. Dos años mayor uno que el otro, y ambos de considerable tamaño, en la casa abundaban las peleas, pero detrás de las piñas y la competencia fraternal había enorme cariño.
Jason (35 años) abrió camino en la Universidad de Cincinnati y al ser elegido en la sexta ronda del draft los expertos solo le daban un 6% de opciones de sobrevivir dos temporadas en la NFL. Hoy es el rey de Filadelfia, ganador de una Super Bowl y no se ha perdido ningún partido desde el 2014. Es todo un personaje: humilde, auténtico, con los pies en la tierra y sentido del humor, pero también con un genio terrible que da miedo cuando se enfada. En el vestuario hace el papel de maestro, filósofo, poeta, sheriff y tío gruñón. Su lema, aprendido de su abuelo, es que el mundo está lleno de genios, tipos educados y con talento que no llegan a ninguna parte, y lo más importante es la perseverancia. Casado, con dos hijas y una tercera en camino, su faceta más sorprendente es la musical, ya que toca el saxofón, ha formado parte de una banda de jazz, canta country y ha grabado un disco de canciones navideñas, dedicando los ingresos a comprar juguetes para niños pobres. Los Eagles le pidieron que escogiera a su sucesor cuando se retire, y está adiestrando a Cam Jurgens.
Jason toca el saxofón y adora la música navideña; Travis fue quarterback en la Universidad de Cincinnati
Travis siguió a su hermano a la Universidad de Cincinnati, donde combinó la posición de tight end con la de quarterback, aprendió a leer las formaciones y a jugar con los coordinadores defensivos rivales a ese violento ajedrez que es el fútbol americano. Con también un anillo en su haber, a su sensacional instinto une la capacidad de desmarcarse y la técnica para bloquear, siempre en condiciones de recibir un pase de Patrick Mahomes o abriendo espacios para los running backs Isiah Pacheco y Jerick Mckinnon, o los receptores Juju Smith-schuster y Marquez Valdes-scantling.
Kelce & Kelce no tienen una firma legal, sino uno de los podcasts más populares de la NFL, titulado New Heights (nuevas alturas), por la ciudad donde crecieron. Y las grandes cimas que han conquistado.