El Tesoro coloca las letras por debajo del 3% gracias a la fuerte demanda
Emite deuda por más de 5.000 millones en plena fiebre inversora de los particulares
La fiebre de los particulares por la compra de letras del Tesoro también tiene una lectura positiva para las arcas públicas. El Tesoro logró colocar ayer las letras a un año a un tipo medio del 2,81%, por debajo del 3% y también del 2,98% de la emisión anterior, celebrada en enero. El resultado es positivo porque atempera, al menos para este producto, la escalada del coste de la deuda, llamada a convertirse en uno de los grandes quebraderos de cabeza de este año.
Las emisiones de ayer consistieron en 4.000 millones de euros en letras a doce meses y en otros 1.062 millones a seis meses, que se colocaron al 2,67%, en este caso por encima de la subasta anterior, en la que la referencia quedó en el 2,59%. En el caso de las letras a un año, la demanda se ha situado en 7.861 millones de euros, esto es, casi dos veces la oferta.
De la demanda de letras a un año, la correspondiente a particulares ronda los 1.200 millones. Este es al menos el volumen de las conocidas como peticiones no competitivas, que son las que suele realizar el pequeño inversor cuando compra las letras en la web o de manera presencial en bloques de 1.000 euros con un máximo de 5 millones de euros.
Si por algo ha destacado esta subasta es por la enorme expectativa generada. Ha venido precedida de las imágenes de particulares haciendo cola en el Banco de España y de caídas recurrentes en la web del Tesoro ante el gran número de peticiones de compra de letras. Miles de inversores particulares han llegado al convencimiento de que la deuda pública es una inversión más rentable y segura que los depósitos bancarios, que apenas ofrecen rentabilidad.
La de ayer era una subasta especialmente interesante para los inversores particulares, que se decantan sobre todo por letras a un año. Este mes solo hay programada una subasta más de letras, el 14 de febrero, con referencias a tres y nueve meses.
Los intereses que devengan las letras, que se diferencian de los bonos y obligaciones en que sus plazos de vencimiento son inferiores, son los más elevados desde el 2012. Su rentabilidad se han incrementado con las subidas de los tipos de interés y la gran duda es ahora hasta dónde puede escalar.
En la primera subasta del Tesoro en febrero, que fue de obligaciones del Estado a 20 años, se colocaron casi 6.500 millones de euros a unos intereses del 3,5%. Unos días antes, a finales de enero, el Tesoro se apuntó uno de sus mayores éxitos en la colocación de deuda al emitir 13.000 millones de euros en bonos a diez años con una demanda récord, cercana a los 85.000 millones de euros.
La mayor parte de los inversores, cerca del 90%, fueron internacionales. El fuerte interés animó al organismo a realizar la segunda mayor colocación en bloque de su historia, que se resolvió con unos intereses del 3,17%.
Este año el Tesoro debe emitir 70.000 millones de euros en deuda pública y su objetivo es que al menos dos terceras partes del esfuerzo se concentre en la primera mitad del año, en la que la fuerte demanda coincidirá con un escenario de intereses más favorable, ya que es previsible que el BCE siga subiendo los tipos.
El Estado tiene unas necesidades brutas de financiación para este año de 256.846 millones de euros y el secretario general del Tesoro, Carlos Cuerpo, ha animado a los particulares a comprar deuda pública por resultar “segura y rentable”.
Tras las caídas de la web en los últimos días, el Tesoro ha cambiado su operativa y ha comenzado a transferir de madrugada la información al Banco de España con el objetivo de evitar la saturación del canal online en las horas de mayor demanda.
La emisión a diez años se realiza al 2,81% y las peticiones de compra casi duplican lo ofrecido
Las necesidades de emisión de deuda neta para este año se sitúan en los 70.000 millones de euros