Junts, Podemos y la vía Meloni

La atención en la era digital aún se gana con ruido y agitación desde los extremos, porque los nuevos votos se consiguen desde las emociones que confirmen las convicciones de cada votante. Y es que nadie convence a nadie llevándole la contraria, sino dándole la razón.

Pero gobernar es justo lo contrario, porque mantenerse en el gobierno hoy depende de no despertar el voto de castigo emocional de los demás sin perder el tuyo. De ahí el éxito de los 100 días como primera ministra de Giorgia Meloni, y su aplaudido giro hacia la moderación y el centrismo tras 30 años de neofascismo de misina mussoliniana.

Esos giros de vértigo los permite hoy como nunca la memoria digital ya que, al cabo, consiste en un presente continuo. Y las contradicciones entre lo dicho, renovable cada instante con un tuit entre el alud de mensajes cambiantes, y los hechos, siempre reinterpretables, hoy son ya solo meros regateos.

Meloni agradeció el apoyo de los trols de Putin durante sus años de oposición, pero, apenas instalada en el Palazzo Chigi, ha aprobado el envío de armas y dinero a Ucrania; ha renovado el compromiso italiano con la descarbonización del Acuerdo de París; y, pese a haber encabezado campañas antieuropeístas durante años, recibe ahora complacida el beneplácito del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, por su “franca, directa y sincera cooperación con la UE”. Sus proclamas antiinmigración eran racistas, pero acaba de visitar como estadista los países norteafricanos para mejorar sus relaciones y políticas migratorias.

Llegar al gobierno desde los extremos, pero gobernar desde el centro. Es la lección de la política clásica, bien aprendida por Meloni, tanto para Vox, en sus gobiernos regionales, como Podemos en el de España y Junts cuando lo fue en Catalunya. Hay que felicitar también al president Aragonès en ese sentido por haber sabido tomar nota a tiempo de lo poco que vale un tuit (no haberlo sabido antes nos costó muy caro a todos). Y a la propia Meloni que proclamaba como Mussolini “Dios, Patria y Familia”, pero hoy sigue sin contraer matrimonio con el padre de su hija.c