Aragonès reclama responsabilidades a Sánchez por la infiltración de un policía
El jefe del Gobierno evita pronunciarse sobre el caso pese a la insistencia de ERC
El pacto de no agresión que firmaron ERC y el PSOE durante los meses de negociación de la reforma del Código Penal, los presupuestos generales y los de Generalitat queda en barbecho. El Govern y la Moncloa mantienen ahora sus diferencias libremente y afloran viejas cuentas por resolver. Una de ellas, el espionaje con Pegasus que estalló en abril del año pasado. La semana pasada la ONU instó a España a efectuar una investigación “completa, justa y efectiva”. Un posicionamiento que el president ha aprovechado para reclamar al Gobierno que asuma responsabilidades por el segundo caso de infiltración de un policía en movimientos antisistema e independentistas.
A esta ofensiva de los republicanos se añade que se hayan sumado a la reprobación liderada por el PP al ministro del Interior, Fernando Grande-marlaska. No hay ataduras para el enfrentamiento.
Sea como sea, para Aragonès, la Moncloa está menospreciando “esta persecución de la disidencia y este espionaje” haciendo pensar que “es normal”. “Cuando el ministro Marlaska justifica el espionaje nos viene a decir que es normal que los que pensamos diferente, que los movimientos sociales puedan ser víctimas de estas infiltraciones”, dijo el jefe del Govern con respecto al caso del policía infiltrado destapado por una información de La Directa. Un agente contra el que cinco mujeres presentaron querellas por mantener relaciones sexo-afectivas con ellas al interpretar que intentó
sustraerles información.
Al president lo respaldaron el líder del grupo parlamentario en el Parlament, Josep Maria Jové, y el del Congreso, Gabriel Rufián. Jové también pidió responsabilidades. “No vale encargar informes y hacer cesar algún cargo, porque aquí no estamos hablando de trenes que no pasan por túneles, sino de la vulneración de derechos humanos”, subrayó el republicano antes de reiterar que “es necesario que se asuman responsabilidades políticas de una vez por todas”.
También Rufián intentó aclarar la cuestión con Pedro Sánhaber
chez en Madrid. Sin éxito. Preguntó qué delitos investigaba el supuesto agente infiltrado “en casals, esplais y en movimientos vecinales de Barcelona”. El jefe del Gobierno eludió el debate: “Me parece importante recoger su pregunta para decir lo siguiente: nosotros tenemos el compromiso de reformar la ley mordaza, de eliminar los aspectos más lesivos de la ley”.
En la crítica al Gobierno, ERC y Aragonès no se quedaron solos. El PNV, a través de su portavoz, Aitor Esteban, acusó a Sánchez de aplazar la reforma de la ley de Secretos Oficiales y de no
reformado aún la ley orgánica del control judicial del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tras el caso Pegasus. Una reforma que el presidente del Gobierno anunció el 26 de mayo.
Marlaska no ha confirmado la infiltración y el martes en el Senado se limitó a señalar que “no se persiguen las ideologías, sino los hechos”. En todo caso, justificó las infiltraciones para “prevenir los delitos” y captar “la información necesaria. Ayer, aseguró que el policía denunciado, llegado el caso, dispondrá de asistencia jurídica del Estado.c