Terapias contra el deterioro cognitivo por la quimio
Déficits de atención y de memoria, secuelas más habituales
La quimioterapia causa secuelas neuropsicológicas y pérdidas cognitivas en un elevado número de personas. Es un fenómeno ampliamente demostrado y bautizado como chemobrain o quimiocerebro pero del que, sin embargo, apenas se habla, ni siquiera en las consultas de oncología. “Te cuentan que puedes sufrir mareos, vómitos, cansancio..., pero de la pérdida de memoria nadie te advierte y, cuando de repente ves que eres incapaz de leer ni la revista más simple, que no retienes lo que ves en una película o que no te salen las palabras, te frustras”, cuenta Tania Morell, que el año pasado se sometió a quimio por un cáncer de ovario.
Los efectos más habituales son déficit de atención y de concentración que afectan a la memoria, al aprendizaje y al razonamiento y también a las habilidades visoespaciales. “Los pacientes explican que no saben dónde han dejado el móvil o las llaves, que pierden el hilo de la conversación o no les salen las palabras, que procesan la información más lentamente, que no pueden hablar y hacer otra cosa a la vez...”, resume Sandra García Lumbreras, psicóloga de Dexeus Mujer.
Esos efectos tienen que ver con los fármacos de la quimio, que afectan a las células cerebrales, pero influyen otros factores, como la fatiga, el envejecimiento, la menopausia, el estrés... Aparecen con más frecuencia en tumores hematológicos, de colon y pulmón, aunque donde más se
Morell: “Nadie te advierte de la pérdida de memoria, y cuando ves que no puedes ni leer te frustras mucho”
han estudiado es en el cáncer de mama. Los estudios indican que las disfunciones cognitivas afectan a entre un 17% y un 75% de quienes reciben quimio, “variabilidad que tiene que ver con el instrumento utilizado para medirlo”, explica Carmen Garcíasánchez, neuróloga del hospital universitario Dexeus y del hospital de Sant Pau que, junto con García Lumbreras, han diseñado un taller gratuito para ayudar a paliar los efectos del chemobrain.
Cada vez son más las personas que sobreviven al cáncer, que se curan y quieren recuperar su vida anterior al tratamiento y volver a trabajar. “Y ahí empieza el sufrimiento: la persona toma conciencia del deterioro en sus capacidades, tiene miedo de no acordarse de las cosas, de no poder seguir el ritmo laboral. Y pide soluciones”, dice Carmen Yélamos, responsable de atención psicológica de la Asociación Española contra el cáncer, AECC.
Laura Marco, enfermera del comité de oncología de Dexeus, subraya que este cambio es muy evidente en las mujeres. “El cáncer de mama es uno de los más frecuentes, de los que más se curan, con muchos casos entre mujeres en edad laboral con trabajos intelectualmente muy demandantes, y cuando superada la enfermedad quieren recuperar su vida y ven que no pueden, no se conforman, buscan soluciones”.
Es el caso de Aina Gomila, que ya terminó la quimio, sus análisis indican que está curada del cáncer de ovario, pero aún no puede volver a su puesto de psicopedagoga en un colegio de educación especial por los problemas de memoria que arrastra. “En la tercera sesión de quimio ya me di cuenta de que algo pasaba, me notaba despistada; el oncólogo dijo que era normal, fruto de la quimio, pero al acabar seguía teniendo que apuntar las cosas”.
La demanda de Gomila, Morell y otros pacientes ha provocado que algunos centros comiencen a ofrecer terapias. En Dexeus Mujer, por ejemplo, han debutado con un taller gratuito de ocho sesiones (dos al mes) para trabajar las funciones cognitivas afectadas y facilitar técnicas de respiración, de relajación y de descanso, así como estrategias que puedan favorecer la adaptación de las pacientes a su vida laboral. “En cada sesión hemos trabajado una función diferente: memoria, cálculo, orientación... con ejercicios tan distintos como leer un libro, hacer puzles o juegos; y en apenas tres meses he notado mucha mejoría: al menos ya puedo leer”, relata Morell. También el equipo de atención psicológica de la AECC ha diseñado una terapia de entre ocho y diez sesiones con rehabilitación cognitiva, emocional y psicológica.